Sangre de gitana

Capítulo 21: Una cercanía peligrosa.

Lena abrió los ojos lentamente, sentía el cuerpo pesado, pero no percibía dolor, algo que le extraño, le hormigueaban las piernas y tenía una sensación cálida, fue cuando pudo enfocar, se encontraba en una especie de cueva, había una fogata puesta que era lo que alumbraba y frente a esta se hallaba el enmascarado. Entonces las memorias de lo sucedido con Reika surcaron su mente como flashes rápidos, la vampiresa la había empujado, pero estaba viva, eso solo significaba una cosa el enmascarado la había salvado de nuevo. La chica miro al hombre, estaba apenada, tenía que agradecerle, pero se sentía renuente a ello.

—Veo que estas despierta, me alegra, comenzaba a preocuparme —dijo el enmascarado con voz profunda.

—Yo... —comenzó a decir Lena, debía darle las gracias, nunca hubiese sobrevivido a esa caída de no ser por él. —Tú me salvaste, gracias por eso. 

Las palabras habían salido apresuradas y poco entendibles, pero el enmascarado lo escucho claramente, debajo de su máscara una sonrisa se curvo, sabía que era difícil para la chica agradecerle, ahora ella estaba en deuda con él y eso le gustaba, porque podía aprovecharse de la situación, pero aún no era el momento, debía esperar, hacer un movimiento no era prudente, no por ahora.

—¿Cómo te sientes? Te di un elixir para cerrar heridas, pero quizás tarde un poco más de lo usual en hacer efecto.

—Me siento mejor, ya no me duelen las heridas.

—Esa vampira te tiene un gran rencor, te quería matar, debes tener más cuidado en un futuro, no creo que se detenga aquí.

—Lo sé.

—Si necesitas ayuda, puedo enseñarte a pelear mejor y se las debilidades de los vampiros.

—Ya hiciste suficiente por mí.

—Estamos en el mismo bando Lena, me preocupo por ti, déjame ayudarte, sabes que no ganarías un encuentro contra una vampira tan experimentada.

Era verdad, no era rival para Reika, pero aceptar la ayuda del enmascarado, era estar más cerca de él cosa que no quería, ese hombre la ponía nerviosa, le hacía sentir incomoda y no en el mal sentido, eso era algo que no le gustaba.

—Solo piénsalo, puedes decirme tu respuesta después. En fin, nos reuniremos con los demás en el poblado, este risco conecta con un yacimiento de minerales cercano, llegaremos mañana si podemos darnos prisa.

—Entonces es mejor movernos —menciono Lena tratando de levantarse, pero se tambaleo un poco, el enmascarado lo noto y tomo a la chica de los hombros, instándola a retomar asiento.

—No llegaremos muy lejos si no descansas lo suficiente, no hay prisa, mis hombres tienen órdenes y nosotros podremos llegar con calma.

—No quiero ser una carga para nadie.

—Casi te matan hoy, necesitas tomártelo con calma, debes descansar y recuperar fuerzas. —Lena se quedó callada un momento, solo para asentir con la cabeza y sentarse de nuevo, le molestaba ser tan débil.

—Si tanto te molesta esperar, puedo llevarte cargando en mi espalda —sugirió el hombre.

Lena medito un momento que hacer, si esperaban demoraría demasiado la misión y si aceptaba el ofrecimiento del hombre, sería estar muy cerca de él. La chica lo acepto, no quería hacer esperar a su gente, si se daban prisa, más rápido podría poner distancia entre ella y el enmascarado. El hombre de armadura se agacho, poniendo sus brazos atrás, así Lena se agarró de sus hombros, el paso los brazos por las piernas de la chica y se levantó, cargándola sobre su espalda, no sin antes tomar una antorcha que hizo que Lena llevara. El enmascarado comenzó a caminar por el terreno, se sentía la humedad en las cavidades del lugar, la poca luz del fuego alumbraba apenas unos metros delante, solo podía escucharse el sonido de los pasos en la tierra junto con gotas de agua cayendo; continuaron el trayecto hasta que el hombre se detuvo, un sonido lo alerto, era como un gruñido, Lena apenas lo percibía hasta que un alarido hizo eco alrededor, poniendo a ambos en alerta.