Capítulo 18: Remembranza.

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ADVERTENCIA: Este capítulo hace alusión a violencia, esclavitud y tortura. Si son sensibles a este contenido  abstenerse de leer este texto.

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La manera en la que Vicu llego a Eldarya fue un accidente al igual que casi todos los humanos. La diferencia con ella fue que había aparecido dentro del Cuartel General de la Guardia de Eel, en la sala del Cristal. Miko la kitsune y líder del lugar, al verla de inmediato la mando apresar, sin que Vicu pudiera decir palabra o pudiera entender lo que sucedía a su alrededor. La chica fue arrastrada hacia un lugar desconocido por un ogro enorme, alto y bastante musculoso. Aquel sujeto la llevo hasta un sótano donde se encontraban jaulas redondas que colgaban sobre un depósito de agua, Vicu fue encerrada en una y luego de esto le dejaron sola.

La chica estaba muy confundida, no entendía nada de lo que le había pasado exactamente, lo único que sabía es que se encontraba en un lugar extraño y la había enjaulada en una especie de prisión. Vicu decidió revisar sus bolsillos de la sudadera que traía puesta, encontró su celular en esta, el aparato parecía funcional, pero no tenía señal por lo cual no podía realizar llamadas.

Pasaron horas en las que Vicu estuvo pensando que hacer, podía intentar escapar lo cual era prácticamente imposible, gritar, tampoco parecía razonable, nadie la escucharía allí, sólo podía esperar a que alguien viniera y pudiera explicarle cuál era su situación, así como por que estaba encarcelada.

En la cueva donde se encontraba Vicaqua no podía saber si era de día o de noche, solo podía sentir el tiempo pasar. La chica decidió sentarse en el suelo de la jaula, se tomó sus rodillas y acerco el rostro haciéndose un ovillo, luego de esto se echó a llorar, se sentía desesperada, estaba atrapada y ni siquiera sabía que había hecho o dónde estaba, tenía miedo, terror de ser abandonada ahí a su suerte y morir sin que nadie lo supiera.

Hacia tan solo unas horas atrás antes de ser encarcelada, Vicu se encontraba en el bosque con sus amigos, en un viaje de fin de año. Habían acampado en el lugar y seguirían un itinerario de cosas por hacer, pues había un lago cerca y nadarían al día siguiente. Vicu se separó de los demás para ir al baño, sin embargo no supo cuándo se había adentrado tanto entre los arboles hasta que se topó con un circulo de setas, por diversión se metió dentro para tomarse una fotografía, sin embargo jamás imagino que este la transportaría a otro lugar.

Paso el tiempo Vicaqua se estaba quedando dormida, cuando vio una sombra pasar por delante de ella, la chica se levantó asustada, no sabía que era aquello, pero le aterraba la situación, ella estaba encerrada y si eso que se movía era peligroso no podría defenderse. La sombra se acercó hasta estar delante de su prisión, Vicu pudo ver por fin a la cosa, parecía una persona, pero esta portaba una armadura color negro cromo con unos cristales rojos en sus ojos, además de tener unos cuernos en la cabeza. El sujeto le hizo una señal de silencio con su dedo frente a su boca, para luego abrir la puerta de la prisión de la chica, luego de esto desapareció por las escaleras.

Vicaqua al verse libre, salió de la prisión con inseguridad, no sabía qué hacer, claramente debía escapar de ese lugar, pero solo había una opción para irse, subir esas escaleras que la llevarían a quizás toparse con los que la habían metido ahí. La chica estaba asustada, pero respiro profundo y se armó de valor, debía irse de ahí como fuera, entonces subió los peldaños de esa escalera en forma de caracol con cautela, subió hasta ver una especie de estancia con una fuente o algo así, todo estaba muy oscuro y no podía distinguir bien, pero no había nadie por los alrededores. Entonces continuo su travesía subiendo otras escaleras que daban a una estancia grande, parecía la entrada de un palacio o al menos esa forma le veía la chica, Vicu trago grueso, mirando con cautela alrededor, no parecía haber nadie y la entrada de aquel lugar estaba a escasos metros de ella, la chica no lo pensó y corrió hacia esa salida al exterior, continuo su andar llegando a una especie de zona pavimentada con piedra, entonces pudo ver las estrellas sobre ella, ya era de noche y no se veía a nadie en los alrededores, Vicu decidió que lo mejor era adentrarse en la ciudad, así tendría lugares donde esconderse si es que la buscaban.

Sangre de gitanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora