Capítulo 16: Reencuentro.

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Pasaron unas cuantas semanas en el refugio, cuando el líder les reunió, se necesitaba hacer otro viaje las provisiones no alcanzarían para los siguientes meses, se acercaba el invierno en Eldarya por lo tanto debían abastecerse mucho más para soportar el frio que se avecinaba. Partirían al día siguiente, venderían productos en un puerto cercano a dos días de distancia y con el dinero obtenido se abastecerían de nuevo.

Lena se sentía animada por el viaje, deseaba salir del refugio ver a Karina y al hermano de Julian le ponía demasiado triste, necesitaba un respiro de esa culpa que sentía. El viaje iba a ser corto por lo cual Eric llevaría poca tripulación, solo los necesarios compañeros para hacer funcionar el barco y unos cuantos peleadores.

El día llego, el barco de los humanos zarpo al amanecer, el viento estaba a su favor y la travesía fue relajada, llegaron al puerto un día antes de lo planeado, Lena y Vicu tomaron la poción para hacerse pasear por faerys y pasaron al mercado del lugar para hacer trueque con los pobladores, así como vender otras cosas.

Sin embargo, alguien más se encontraba en aquel lugar, un faery que reconoció el aroma de las chicas; un lobo alto de orejas color blanco, cabello largo color negro, tez morena, ojos azul claro, con una cicatriz pequeña que cruzaba uno de sus cachetes. Koren, el segundo al mando del barco que lideraba Phoenix, aquel pirata que Lena había vencido en el mar.

– Phoenix– llamo el lobo a su capitán– están aquí, esa elfo y su prima el hada– añadió.

– Excelente– respondió el pelirrojo con una sonrisa, se acomodó su sombrero y se dirigió a sus compañeros. Atraparía a esas dos, no sin antes saborear lentamente su tan ansiada venganza.

Lena y Vicu seguían comerciando, ya tenían bastante oro y mana, por lo que estaban decidiendo que alimentos comprar, cuando vieron llegar a uno de los suyos corriendo, era Ana quien se veía desaliñada, así como herida del hombro, Lena fue a su encuentro sosteniéndola con fuerza.

–Lena... –hablo Ana, tratando de recuperar el aliento– nos... atacaron, se llevaron a todos, no sé qué está pasando...–

–¿Quiénes eran? ¿La guardia? ¿Pudiste verlos bien? – cuestiono Vicu con rapidez.

– Yo no pude ver bien, solo... me dejaron ir a mí y me dieron esto– conto Ana, mostrando un pergamino doblado.

Lena lo tomo abriendo su contenido, solo tenía escritas unas cuantas palabras "Las quiero a ustedes, entréguense o ellos mueren". Lena trago grueso, en el mismo pergamino había un mapa con un punto de encuentro marcado, así como una hora establecida.

– ¿Qué haremos? – dijo Ana mirando a Lena, que se había quedado callada, estaba pensando, quien podría ser el que le escribía, la guardia estaba descartada, pues si fuesen ellos no mandarían a Ana con ese pergamino, los buscarían con su armada. Anker, podría ser, pero cómo sabría que era ella si tenía la apariencia de un faery.

– ¡Lena! – exclamo Vicu, llamándole – debemos hacer algo, los mataran sino nos presentamos –

– Es cierto, pero no podemos ir sin llevar algo para defendernos, no sabemos ni quienes son, ni que pretenden. –

– Nos quieren a nosotras, la carta lo dice – señalo Vicu.

– Si, es cierto, pero no sabemos por qué o como es que nos conocen. –

– Tal vez, pero no podemos dejar a los nuestros a su merced, quien quiera que sean.–

– Y no los dejaremos Vicu, sin embargo, hay que ser cuidadosas, quizás quieran dinero, puede que nos hayan visto comerciar aquí en el puerto, debemos tener abiertas todas las posibilidades, iremos al encuentro, pero estaremos preparadas –comento Lena.

Sangre de gitanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora