𝑭𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 á𝒕𝒊𝒄𝒐

Cap. 12

Habían pasado ya más que semanas cuando llegó un domingo y su madre no apareció durante tado el día. Para los niños era doloroso no tenerla con ellos, era muy doloroso saber que ella se encontraba en ese mismo lugar y no fuera a verlos.

Taehyung se encontraba tendido en el suelo, donde hacía más fresco, leyendo un libro. Jungkook se hallaba en el ático, buscando más libros para leer y los gemelos se arrastraban por el cuarto empuñando sus cochecitos y camioncitos.

El día se transformó lentamente en tarde y sólo entonces, por fin, se abrió la puerta y entró su madre a la habitación, con zapatos de tenis, pantalones cortos y una blusa blanca con cuello de marinero rematando en un cordoncillo rojo y azul, y un patrón de anclas. Su rostro estaba sonrosado de haber permanecido al aire libre y parecía muy saludable e increíblemente feliz mientras los niños estaban deprimidos y se sentían casi enfermos a causa del calor opresivo de aquel cuarto.

Esa ropa era para navegar en barco, bien que la conocía Taehyung y dedujo que eso había estado haciendo.

Él la miró con resentimiento, deseando que su piel también estuviera atezada por el sol y sus piernas de un color tan sano como las de su madre. Ella tenía el cabello despeinado por el viento y también eso le sentaba bien, haciéndola parecer casi diez veces más bella de lo que ya era, como si acabase de salir de la tierra, y llena de atractivo, y eso, a pesar de que ya casi era vieja, con cerca de cuarenta años.

- ¡Mamá! ¡Te extrañamos mucho! - los gemelos fueron rápidamente a abrazar a su madre.

Su madre sonrió y beso cariñosamente la cabeza de cada uno de los gemelos - Siento haberlos hecho esperar tanto, pero aquí hay juegos y más cosas para su jardín - dijo mirando a Taehyung con una sonrisa amorosa.

- ¿Dónde has estado - preguntó Taehyung con voz de pocos amigos.

¿Qué derecho tenía a divertirse mientras ellos estaban encerrados y apartados de todas las cosas propias de los niños, a las que teníamos derecho? Pensó Taehyung.

El tono duro y acusador de la voz de Taehyung fue un golpe asentando a su alegría. Palideció y sus labios temblaron, ella vio la pared en donde estaban las pequeñas x que marcaban el paso de sus días de cárcel, de sus días calurosos, solitarios y llenos de ansiedad.

Su madre ignoro la pared y volvió a sonreír - Quería venir antes, pero tuve que pasar mucho tiempo con mi padre, no tienen idea de cuán duro a sido para mí, hoy finalmente tuve la oportunidad de navegar - dijo ella soltando un pequeño suspiro.

- Cómo lo supuse, fuiste a navegar - Taehyung casi grito.

Jungkook se acercó a ellos - Taehyung no le grites a mamá - le regaño - Te ves bien mamá - dijo con una pequeña sonrisa en sus labios.

Taehyung se sintió traicionado, no sólo por su madre, sino también por su hermano. El verano estaba tocando a su fin y no habían hecho nada, ni salido a merendar al campo, ni ido a bañarse a un lago, tampoco ido a pasear al bosque, nisiquiera habían visto un barco o se habían puesto traje de baño para nadar en una piscina apartada.

- ¿Puedes dormir a los gemelos? - Preguntó Jungkook.

- ¡Sí sí, quedate! - dijeron los gemelos dando pequeños saltos de emoción.

- Oh, tengo una cita con una vieja amiga, me ha invitado varias veces y no puedo seguir rehúsandome, pero preferiría estar con ustedes - respondió ella con una sonrisa en sus labios, sin siquiera sentir una pizca de pena.

Los gemelos bajaron la mirada sintiéndose muy triztes.

- ¿Entonces, por qué no estas abajo contándole a tu padre? - preguntó Taehyung con evidente enojo.