11.

308 38 28
                                    

Jackson no podía pensar con claridad cuando salió de la autopista a casi 200 km por hora solo para regresar al Penthouse. Una palabra de su guardaespaldas le hizo saber que Nari le ordenó a su chofer que la llevara a casa y Jackson estaba seguro de que no se quedaría con él ésta noche. O nunca. Quizás volvería a casa para verla hacer las maletas, llevándose solo lo necesario antes de que pudiera alejarse por completo de su vida. Solo le tomaría unos minutos dejar su hogar compartido, pero le tomaría toda una vida aceptar que pronto se iría.

Se estaba desmoronando en pedazos. La idea de perderla estaba grabando un doloroso sello en su pecho cada vez que su mente repetía las angustiosas palabras: "quiero el divorcio", su voz decidida sonaba como un disco rayado, haciéndole desear quedarse sordo antes que escucharla decir esas palabras una y otra vez. ¿Cómo se redujo todo a esto? ¿Qué le hizo decidirse de repente por una separación sin decírselo? ¿Lo estuvo planeando todo éste tiempo? ¿O podría ser que se había enamorado de otra persona? Se sentía innegablemente estúpido porque no podía encontrar la respuesta a sus preguntas. Y se sintió aún más patético que una vez estuvo en la posición de jurar por su vida que él sería el que se divorciaría de ella sin arrepentimiento.

Ahora que las cosas han cambiado, ahora que Nari era la única mujer que podía ver en una habitación llena de gente, estaba comenzando a golpearlo como si estuviera parado frente a un tren bala que aceleraba fuera de la vía a la velocidad del rayo. Su esposa, su compañera en la vida. No estaba listo para dejarla ir y nunca pensaría en hacerlo. No hubo ni el más mínimo atisbo de vacilación cuando dejó la celebración de la empresa porque nada era más importante que ella. ¿A quién le importa el puesto de director ejecutivo? ¿A quién le importa la fusión? Sus pensamientos solo se llenaron con el pensamiento de su hermosa y amorosa esposa que poseía cada centímetro de su corazón.

Llámalo desesperado, pero estaba verdadera, genuinamente asustado. Estaba enfrentando sus mayores temores en la vida al pensar en lo fácil que sería para Nari tomar el mismo camino que tomó su madre. Para él, verla partir lo arruinará diez veces peor que cuando su propia madre abandonó su vida. Era inquietante incluso pensar en ello y rehusaba incesantemente el pensamiento antes de que pudiera perder la cordura. Apenas podía respirar cuando salió del ascensor, inmediatamente cruzó el pasillo hasta que finalmente llegó a su destino.

Hasta que finalmente la alcanzó.

En negación, dolor y tristeza fue como se encontró Jackson cuando entró al Penthouse y vió a Nari salir del vestidor con una pequeña maleta que tenía algunos de sus artículos importantes. Sus pies lo llevaron hacia ella mucho antes de que pudiera notar su presencia, solo frente a él después de que él ya puso una mano alrededor de su muñeca.

—Bebé... No hagas esto. Hablemos.

No hubo ningún cambio en la expresión rígida de su rostro. Simplemente sacó la mano de su agarre y pasó junto a él, pero él siguió descaradamente su rastro como un cachorro perdido pidiendo atención.

—Te he dado la oportunidad de hablar.

—Pero...—la confusión luego pintó su rostro. La voz de Nari fría y sin tono. Y su rostro, severo y apático.

Por primera vez en su vida, Jackson le tenía miedo porque sentía que estaba viendo a una persona diferente en lugar de su esposa.

—No entiendo por qué de repente...—

Con un profundo suspiro, Nari dejó caer su bolso encima de la cama antes de darse la vuelta para mirar a su esposo.

—¿Puedes dejar de mentirme?—levantó la voz—. Deja de actuar como si te preocuparas por mí. Deja de fingir como si quisieras estar conmigo. Te estoy haciendo un favor al liberarte. ¡Ve con la persona que amas!

MARRIAGE STORYWhere stories live. Discover now