Conversando con una amiga

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Era viernes y Elizabeth salía de la escuela mientras conversaba con su amiga Juliette. Juliette y Elizabeth se habían conocido hace 4 años, en la escuela. Eran muy buenas amigas. Juliette amaba la poesía épica y los mitos grecorromanos. La apasionaban. Tuvo cierto acercamiento a eso gracias a que su papá estudiaba los mitos grecorromanos y todo eso. Y de la misma manera que su padre la acercó a la mitología griega y romana, ella iba a hacerlo con cualquiera que se acercara a ella.

Volviendo a la historia, Elizabeth y Juliette salieron juntas de la escuela porque iban a tomar el té en la casa de Juliette. Cuando llegaron, Juliette hizo que Elizabeth se sentara en el sillón del vestíbulo mientras ella preparaba el té y terminaba de hacer una torta. Había dejado hechos el bizcochuelo, el relleno y el bañado, y ahora estaba armando la torta. Era de chocolate. Juliette era popular en la escuela por hacer muy buenas tortas de chocolate. Al terminar de armar la torta, la metió en la heladera y se dirigió al vestíbulo con las tazas y la tetera llena.

― ¿Cómo te ha ido últimamente, Liz? ― dijo Juliette mientras servía el té. Le decía a Elizabeth «Liz» o «Lisbeth». Eran apodos cortos y útiles para hablar rápido.

― Mis días fueron extraños últimamente... No tuve tiempo de contarte esto en la escuela ― dijo Liz (durante este capítulo, al menos, la llamaremos así) ― No puedo estar segura de lo que haya pasado ayer... ¿Y si pasó hace un mes o más?

― ¿Cómo es eso?

― Podría desmayarme y perder los recuerdos de lo que pasó durante un mes o más.

― ¡Ah! Bueno, vamos a ver cómo está tu memoria ahora ¿Recuerdas que ayer Charlotte y Brigitte se pelearon?

― Si. Gracias por situarme en el tiempo.

― Te perdiste en el tiempo cuando te desmayaste ¿No? Pensar que pasaste de no desmayarte nunca a desmayarte más bien seguido ¡Seis veces! No me lo imaginaba.

― Si ¡Es horrible perder la memoria! Pero... ¿Cómo supiste que me desmayé seis veces?

― Ah... Jacob me lo contó.

― Oh, ya veo.

― Bueno ¡Voy a traer la torta! Seguro ya está lista. Esta vez le agregué algo especial: pasas encima.

― Hmmmm ¡Suena delicioso!

Juliette fue a la cocina, trajo la torta y sirvió un trozo para cada una. Eran trozos grandes, así que, aunque la torta era deliciosa, ninguna comió más de un trozo por haberse llenado muy rápido con eso. Después se sirvieron otra taza de té, y luego de tomar el té, se pusieron a lavar los platos y las tazas. Cuando terminaron, subieron al dormitorio de Juliette a conversar y jugar ajedrez.

― Liz ¿Te gusta alguien? ― dijo Juliette mientras, probablemente, le hacía jaque mate a Liz.

― No es de tu incumbencia. ― dijo Liz mientras se reía. ― Oh Dios mio ¡Jaque mate! Está bien. Buen juego.

― Si aunque sea lo susurras, yo también lo haré.

― ¿Por qué tantas ganas de que lo diga?

― Son cosas que hacen las amigas ¿no?

― Con llevarse bien basta. No hace falta saber quiénes nos gustan.

― ¡Que aguafiestas!

― Ah... Bueno, ganaste. Todo sea para no ser llamada "aguafiestas".

Liz susurró en el oído de Ju el nombre de el chico que le gustaba, y luego Ju hizo lo mismo (durante este capítulo, Juliette sera Ju).

― Bueno, ahora ¿jugamos una revancha de ajedrez? ― dijo Liz, ya que era lo que quería hacer desde el principio.

― Buena idea. ― dijo Ju, y a continuación, hicieron la revancha de ajedrez.

La muñeca حيث تعيش القصص. اكتشف الآن