13 | El espejo

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Me fui antes de que saliera del baño. Lo hice en silencio, llevando la pulsera conmigo, con una terrible sensación de destrozo emocional en el pecho y al mismo tiempo buscando explicaciones que me permitieran validar el amor que sentía por Jimin.

Desde el principio, me había parecido raro. Su presencia en el momento más oportuno y su devoción conmigo. Las cosas que decía. Todo. ¿Se me había acercado por ser el investigador nuevo? ¿Había fingido ayudarme para vigilarme y asegurarse de lo que averiguaba y de lo que no? ¿Me había sugerido que me fuera para quitarme de en medio? ¿Había fingido también amarme?

Idiota de mí. Tendría que habérmelo imaginado y, sin embargo, sus ojos me habían mirado con tanta sinceridad... Incluso ahora, después de lo acababa de leer, quería aferrarme a que no fuera más que un malentendido creado por mi estúpida inseguridad ante las relaciones y mis problemas para confiar. Quería seguir pensando que me quería.

Me detuve ante la habitación de Hye Ri y me aparté las lágrimas que me empañaban la vista. Llamé con los nudillos. No tardó en abrir.

—¿Yoon Gi? —Debió percibirme de lo más descompuesto porque se alarmó—. ¡Yoon Gi! ¿Qué ocurre? ¿Qué te pasa? ¿Estás así por lo de Ninah? —Trató de adivinar—. No te culpes. No hiciste nada malo, ni ahora ni tampoco cuando eras pequeño.

Ella también lo entendía. En otro momento seguro que me hubiera sentido aliviado. Ahora el amargor me engarrotaba demasiado la garganta.

—Tengo... —vacilé—. Tengo al posible culpable de la desaparición de Jung Kook.

—¿Cómo dices?

Le mostré la pulsera.

—¿Esto es suyo?

Hubiera dado cualquier cosa porque dijera que no. Cualquier cosa. Por eso, cuando asintió, con la tez pálida, estuve a punto de caer de rodillas.

—Nunca se la quitaba. —La cogió como si fuera el tesoro más grande de su vida y un raudal de agua silenciosa le empezó a resbalar por la cara—. Jamás.

Jimin, maldita sea. ¿Por qué? ¿Por qué me había hecho esto? ¿Por qué? Yo... Yo... Mierda; me había dejado encandilar.

—Voy a ir tras las pistas que necesito —me las arreglé para decir—. No tengo teléfono y tampoco voy a volver al hotel así que cuando tenga algo en firme te buscaré, ¿de acuerdo?

Asintió, en silencio. Era una persona inteligente. Lo había captado.

—Si Nam aparece dile que he regresado a Seúl. —Tracé las ideas, a toda velocidad—. Y si Jimin me busca dile... —Joder; esto dolía más que mil agujas candentes incrustadas en la piel—. Dile lo mismo y dile también que... —Los ojos se me empañaron—. Que no voy a volver.

—Si le digo eso le voy a lastimar —objetó —. He notado que te quiere.

—Lo dudo.

—¿En serio no lo crees? Siempre está detrás de ti y te mira de una...

—No te fíes de él.

Me di la vuelta y avancé un par de pasos pero entonces me vino a la mente que, entre unas cosas y otras, no había cumplido con el encargo de Jung Kook.

—Jung Kook te amaba —Me volví—. No te lo confesó porque Hoseok le imploró que no lo hiciera —hilé la conclusión con los escritos de Jimin—. De ahí viene su envidia. De saber que, pese a su silencio, tu le correspondías.

—Siempre lo hice —reconoció ella, a media voz—. Y siempre lo haré.

Atardecía cuando abandoné el edificio y tomé la senda del lago, con el ánimo por los suelos. Tanto daba ya si los muertos eran reales o no. Tanto daba si venían a por mí o terminaba muriendo por buscar el cadáver de Jung Kook. Total, Jimin me había engañado y, con ello, había perdido la última ilusión de seguir adelante. Ya solo me quedaba irme con la satisfacción de, al menos, haber logrado la justicia que en su momento, me hubiera gustado recibir.

IGSAUI HOSU 《YoonMin》 [#PGP2024]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang