Hide & Seek || Spencer Reid [Criminal Minds] (1)

16.5

Le dio una buena mordida a su hamburguesa, luego de haber pasado los últimos diez minutos retirando hasta el más pequeño trocito de cebolla de ésta -y de tómate, y lechuga. Ignorando la mirada burlona de Derek junto a ella.

—No molestes—, lo empujó ligeramente con su hombro, luego de tragar el bocado.

—No he dicho nada—, se defendió él, dejando su hamburguesa sobre la mesa para alzar sus manos en señal de rendición. Al obtener como respuesta de la pecosa un "sí, claro" y verla dar otro mordisco a su hamburguesa, se giró hacia JJ, quien se hallaba sentada junto a Reid, frente a ellos—. Entonces, JJ, ¿Por qué el bosque?

La rubia alzó su mirada de su café, encogiéndose de hombros.

—Dijiste que te asustaba el bosque, ¿Por qué?—, insistió el moreno, curioso. Tomando algunas papas fritas para comerlas de un bocado.

—Amm... Yo solía ser consejera en el campamento, cuando era una adolescente. En el bosque, en Vermont—, narró JJ luego de un rato de meditarlo—. Yo tenía el turno nocturno, acompañaba a las chicas a sus cabañas, las arropaba, apagaba las luces, ya saben, lo típico. Todo parecía estar en orden, todos los niños dormían. Nada fuera de lo común... Hasta que noté que había sangre en el pasillo.

Al escuchar aquello Spencer se enderezó en su asiento, inconscientemente alejándose un poco de la rubia. Morgan en cambio, intentó no hacer visible su incomodidad, pero las papas fritas en su mano a mitad de camino hacia su boca, lo delataron.

Y por su parte, Thomas, ahora mucho más intrigada empezó a comer con más rapidez, alternando entre las papas fritas de Derek y su hamburguesa.

—Así que seguí el camino que conducía hacia la cabaña del director del campamento. Me acerqué a su cama y... Él estaba ahí, acostado, bajo sus cobijas. Muerto—, la rubia alzó sus ojos hacia Morgan. Él tragó saliva con fuerza al instante—. Alguien lo había apuñalado. Recuerdo haber salido de ahí corriendo, directo hacia el bosque. Y recuerdo que todo estaba tan oscuro. En el camino me encontré con otro consejero, creo que me escuchó gritar. Atraparon al guardabosques de camino al pueblo, creo que dijeron que todavía llevaba el cuchillo con sigo. Así que supongo que por eso decidí que no me gustaba el bosque.

Morgan bajó su mano, dejando las papitas de regreso en su plato, las cuales fueron tomadas y devoradas en un parpadeo por la pecosa a su lado -sin cargo de conciencia. El moreno alternando su mirada de Reid a JJ, como esperando alguna reacción, de la rubia o el rizado, lo que fuera.

—¿Es en serio?—, se atrevió a preguntar el moreno.

JJ despegó sus labios de su taza de café: —No—, la rubia riendo al ver los rostros descolocados de los dos muchachos, y hallando ligeramente inquietante el gesto decepcionado de la pecosa. Morgan se dejó caer hacia atrás en su asiento, soltando un suspiro aliviado, Reid soltó un suspiro como si pudiese volver a respirar con normalidad, Thomas bufó entre decepcionada por la historia y triste al no hallar más papitas—. No, no puedo creer que de verdad cayeron. No sé por qué me da miedo el bosque, solo es así. En todo caso, ¿A ti por qué todavía te asusta la oscuridad?

—¡Sí, Reid! ¿Por qué todavía le temes a la oscuridad?—, insistió Derek, intentando sonar más relajado.

El aludido respondió con obviedad: —Por la inherente ausencia de luz.

—Oh, claro—, rio JJ.

—Y tu, Thomas, ¿A qué le temes?

Detuvo su masticar en seco. Nunca se lo había planteado en realidad.

A qué le temía.

Debido a sucesos recientes, fácilmente habría respondido con a que se metan extraños a mi casa en medio de la noche. Pero, en realidad, la idea no le aterraba tanto ahora. Es decir, estaba entrenada, sabría qué hacer en caso de que necesitara actuar frente a dicho escenario.