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Algunos días habían pasado desde aquella noche. Los casos entraban y salían del Bureau con una rapidez impresionante, sin embargo aquello no los hacía menos agotadores.

García estaba ya en perfectas condiciones y de regreso a la oficina; con, cómo no, un Morgan cuestionando constantemente si se sentía bien.

Las cosas entre Valerie y Spencer iban en ascenso, saliendo juntos en ocasionales citas y cenas, a veces solo invitándose mutuamente a la casa del otro para pasar el rato o simplemente leer. , las cosas entre ellos iban perfectas, lo que empezaba a preocupar a la pecosa eran las constantes visitas de la Jefa de Sección de Unidad -Erin Strauss a las oficinas; puesto que se suponía que su superior solo examinaba el desempeño de la Unidad, una vez cada cierto tiempo, y, bueno, los reportes de cada caso resuelto.

Era raro verla pulular por el Bureau. Pero de algo estaban seguros todos, y era que si Strauss estaba cerca, entonces algo grande iba detrás de ella.

La pecosa se preguntaba si, de alguna forma, había llegado a oídos de Strauss su relación con Spencer -cosa que, de ser así, era grave. Pero, no, no, era imposible; nadie, además de Hotch, sabía de los genios. ¿Verdad?

¿Verdad?

"—¿Sí? Hola. Voy tarde a clase—, la voz insistente de cierta pelirroja los hizo regresar a la realidad—. Luego pueden comerse con los ojos tanto como quieran. Yo tengo un examen en diez minutos.

Valerie miró el reloj en su muñeca, revisando la hora. Iban solo unos minutos retrasados, nada de qué preocuparse.

—Ya, ya—, rodó los ojos, bajando tanto el bolso de Hannah como el suyo propio del gancho donde se hallaban colgados—. ¿Tienes todo?

Hannah asintió inmediatamente, luego pareció recordar algo, así que con voz apresurada y casi ansiosa avisó que había olvidado algo en su habitación y que "tardaría un minuto"; la pequeña salió corriendo por la casa, los canes corriendo tras ella con ánimo de jugar.

—¿Ya desayunaste?—, preguntó al rizado, quien pareció salir de su pequeño ensimismamiento. Negó con la cabeza—. Bueno, yo tampoco. ¿Te parece si pasamos por el café de siempre de camino al Bureau?

—Por supuesto—, sonrió él, las mariposas revoloteando en su estómago.

—Ya, ya, ya. Lo tengo. Vámonos—, regresó Hannah corriendo, con un libro en sus manos. La pecosa abrió la puerta, por la cual salió la pequeña niña, colgando su bolso a sus hombros.

—¿Qué tienes ahí?—, cuestionó Spencer, mirando con curiosidad el empastado blanco del libro. La pequeña sonrió con todo y hoyuelos, haciendo evidente su alegría. Valerie cerró la puerta de la casa a sus espaldas.

Hannah le entregó el libro al genio, todos empezando a caminar hacia la escuela de la pequeña Bailey. Spencer leyó el título, frunciendo el ceño -curioso.

—¿Lengua de señas?—, cuestionó, la pelirroja asintió, orgullosa.

—Interesante—, comentó Valerie, tomando la mano de Reid y entrelazando sus dedos; él sonrió acto seguido. Hannah caminaba delante de ellos, dando pequeños brincos, su ondulado cabello rojizo rebotando en sus hombros y espalda con cada saltito.

—Así es—, cedió la pelirroja, mirando a la pareja sobre su hombro de vez en vez—. Estoy aprendiendo. No es tan sencillo pero tampoco es difícil como creí.

"No, no es difícil". Valerie respondió, haciendo uso de sus conocimientos en aquel lenguaje.

—¿Cuándo aprendiste?—, cuestionó Hannah maravillada por la fluidez de cada movimiento -aunque en realidad no fueron muchos.

Hide & Seek || Spencer Reid [Criminal Minds] (1)Where stories live. Discover now