Un único hijo Omega en esta familia

Cap 10: Lugar seguro

Este capítulo sera narrado por Shizu. Ella es la madre de Sanemi y el resto de sus hermanos.

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"Hiroshi cariño, ¿Podrías quitar tus libros de la mesa? Pronto estará la comida lista" diría con una calida sonrisa la mujer. Y el niño levantaría la vista de uno de los libros el cuál estaba leyendo y solo asentiria ante la petición de su madre.

"Si mamá, ya voy" y Hiroshi se pondría a recoger los libros, uno encima de el otro, para después agarrarlos con sus manos y llevárselos lejos de la sala, seguramente a guardarlos en su cuarto.

"..." La mujer se quedaría callada mientras removía la holla en la cual estaba preparando una salsa picante para el curry, se dispuso a distraerse un poco de remover la holla para ver que en el salón no parecía quedar alguien, pero ella ya sabía perfectamente que si había una persona, y esta era delatada por sus pies cubiertos con calcetines y como las piernas llegaban a sobresalir un poco, estas estaban algo descubiertas ya que los pantalones no llegaban a cubrir por completo a la persona acostada en ese mueble. Shizu dejo de lado su labor de remover la holla para después aproximarse sigilosamente a el sofá, y está al estar ya encima vería la imagen de una de sus personas mas queridas, su esposo, el cuál se encontraba en lo que parecía ser un profundo sueño. La escena solo saco una sonrisa a la esposa de el hombre.

Kyogo... Mi amado esposo y padre de mis hijos... Mi gran Omega...

"... " La mujer notaría como la cara de su esposo sufre un pequeño cambio que no le gusta, y ese era el hecho de sus pequeñas cejas fruncidas, pero ese no sería el único cambio que la mujer notaría en su esposo, ella también vería como las manos de su hombre adoptan la forma de puños y como estos están bastante apretados haciendo que la mujer se preocupe de que su esposo se llegará a autolesionar. A Shizu se le ocurriría acariciar con delicadeza una de las mejillas de su marido y después darle un beso en la cicatriz que poseía en la cara, para después susurrar "no temas mi ser amado, ella no te hara dañó mientras tú Alpha este aquí" milagrosamente eso logró tranquilizar al hombre haciéndo que dejada de apretar sus manos, la mujer sonreíria un poco por eso, pero no parecería del todo relajada por lo que acababa de presenciar.

... Si te hubiera conocido antes... No podría haber hecho nada por ser una Alpha débil, pero no puedo evitar sentir el instinto de culpa por no haberte llegado a proteger de lo que te hacía daño...

Aún recuerdo cuando nos conocimos...

Fue cuando cambie de instituto por mi familia, aun recuerdo lo asustada que estaba y mas al ver cómo mis temores se volvían a repetir...

Todos me trataban como un bicho raro al enterarse que era una Alpha...

Algo decepcionante para todos, incluso para mi...

Pero por alguna razón, no lo fue para ti, es más, eso te hizo querer quedarte mas a mi lado.

Antes pensé que era por pena o por el hecho de que querías demostrar que eras un Omega muy fuerte capaz de defender a un Alpha... Pero no fue por ninguna de aquellas razones, es mas, aún me sorprende la respuesta que me diste por aquél comportamiento.

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"... No se como explicarlo sin que suene cursi... Antes te defendi por pena, y iba a ser solo cosa de una vez... Pero... Después me empezaste a agradecer y no me trataste cómo los demás a pesar de que seguramente ya escuchaste cosas de mi... Me trataste con una calidez que hace tiempo que no siento y que me gusta... Tu... Eres cómo mi lugar seguro..." Diría mirándo al cielo sin atreverse a mirar a la mujer de su lado.

"Pero... Yo no soy un lugar seguro, no soy fuerte" la pequeña Alpha diría.

"No es necesario que un lugar seguro sea fuerte o cubierto... Debe ser cómodo y con calidez... Eso es todo lo que me diste y todo lo que deseaba... Y no quiero que nadie destroze y me quite a mi lugar seguro..." Diría mirándo de reojo a la pequeña Alpha la cual se puso bastante roja.

"Yo... Yo tampoco quiero que me roben a mi lugar seguro" diría para acto seguido abrazar uno de los brazos de la Omega haciendo que este suelte una carcajada.

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Y nadie me quitó, ni me quitará a mi lugar seguro... Haré lo que sea para que siga siendo así...

Haré todo lo que sea como tu Alpha para seguir siendo un lugar seguro para tí, mi querido esposo.