27. "¿Dónde estás, Alicia?" - Parte 2.

412 23 7
                                    



Mauro


-¿Podemos irnos ya? -Preguntó Khea, y aunque esto me hubiese enojado en otro momento, simplemente asentí. Prendí el auto, agarrando firmemente el volante después; era hora de dar una pequeña vuelta por las calles de Buenos Aires.


Khea y yo íbamos en silencio, provocando una fuerte tensión entre nosotros; nuestra rivalidad venía desde hace meses, no nos llevábamos bien, y para todo el mundo era algo obvio. Manejé por cada parque, cada calle, cada McDonald's... Ya que conociendo a la tragona de Alicia, quizás hubiese tenido suerte allí, pero no había ni rastro de ella. Esto comenzaba a estresarme, necesitaba saber de Ali de una puta vez.


-Marcale a alguno de los pibes. -Hablé con voz firme.- Tal vez tengan noticias.


-No, todos estamos hablando por whatsapp, aún nadie sabe nada. -Suspiré y asentí, resignándome una vez más.- Pará... -Susurró Khea.- ¡Eso es! Puta madre... ¿Cómo no lo pensé antes? Maneja a Carolai.


-¿A esa playa? ¿Te volviste loco? -Y fue entonces cuando mi estúpido cerebro reaccionó. ¡Era cierto! Alicia siempre definía la playa como el lugar que más paz le daba.


Sin decir ni una palabra más, di media vuelta al auto y nos pusimos a ello. Regresamos a ese silencio anterior, era mejor así, ni que me apeteciese hablarle.


-Estaciona el auto acá, será mejor dividirnos para poder encontrarla.


Me fastidiaba el hecho de que ese gil tuviese la razón, pero sin decir más, le hice caso. Aparqué el auto, y rápidamente bajamos, cerrando las puertas.


-Yo hacia la derecha y tú hacia el lado contrario. -Ordené; qué bien se sentía hacerlo.


Khea asintió y fue a ello rápidamente, pero antes de que se alejase del todo, oí cómo hablaba por el celular.


-Marta... Sí, creo que estamos cerca de encontrarla. Tiene que estar acá, yo lo sé...


Puse los ojos en blanco, a mí también se me pudo haber ocurrido ese lugar; ahora sólo quedaba encontrar acá a Alicia.


                                                                                             ***


Observé la hora en el celular; eran las 5 de la mañana. Intenté marcar a Alicia nuevamente, pero su celular estaba apagado. Estaba a punto de darme por vencido; había estado caminando por la playa más de una hora, y no había noticias.


Khea tampoco la había encontrado, pues le estuve marcando cada cinco minutos para preguntarle cómo va, y nada. Ninguno de nuestros amigos tenía novedades tampoco, esto empezaba a desesperarme.


Me sentía demasiado culpable; yo debía estar para ella cuando tocó mi puerta, debí consolarla, abrazarla, dejar que me contase sus problemas, y decirle que todo estaría piola; y que si no fuese así, yo haría todo lo posible para que lo estuviera.

𝓛𝒂 𝓝𝒐𝒗𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝓜𝒆𝒋𝒐𝒓 𝓐𝒎𝒊𝒈𝒐 // 𝐋𝐈𝐓 𝐊𝐈𝐋𝐋𝐀𝐇Where stories live. Discover now