20. "Vos no sos de nadie más."

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-¿Khea? Alicia... ¿Khea? -Exclamó Mauro, que por la fuerza con la que agarraba el volante, podía notar que estaba cabreado.


-Sí. ¿Qué pasa? Él es sólo...


-¡Puta madre! -Me interrumpió.- ¿De todos los pibes que hay en el mundo, tenés que salir con ese hijo de puta? -Parpadeé repetidas veces; él nunca me había hablado de una manera tan dura y cortante.


-¿Qué dices? ¿Qué te hace pensar que salgo con él? -Intenté calmarme; había echado demasiado de menos a Mauro, como para perder el tiempo discutiendo. Pero a juzgar por cómo me miró, comprendí que para él era el único plan.


-No soy estúpido, tu mamá y yo los vimos a punto de besarse.


Abrí la boca para refutar, pero entonces me di cuenta que era cierto; Ivo estaba a punto de besarme, y aún estaba buscándole una razón. ¿Acaso le gusto?


-¡Alicia! ¿Estás siquiera oyéndome? -Me reclamó mi mejor amigo por enésima vez, y entonces, entre el estrés acumulado y lo resentida que aún estaba con él, empecé yo también a cabrearme.


-Vamos a ver, Mauro, ¿a ti qué coño te importa con quién salga yo o no? -Intenté no sonar muy borde, pero fallé.


-Soy tu mejor amigo. -Dijo sin más, como si fuese alguna especie de dominio sobre mí.


-Oh, vaya, todavía te acuerdas. -Agregué con ironía.


-Ali, no vamos a tener esta discusión nuevamente. -Suavizó el tono de su voz. Oh, sí, él se sentía culpable porque sabía que era cierto.


-¿Pero sí podemos discutir por Ivo? ¡Es una gilipollez!


-Es que no podés salir con él. -Soltó, frustrado.


-Yo soy libre de salir con quien me dé la gana. -Repliqué.


-¿Entonces es cierto? ¿Salís con él, Alicia? -Me miró con ganas de intimidarme, como si eso evitara una respuesta afirmativa por mi parte; pero no, a Alicia González nadie la reta así.


-Sí, salimos desde hace pocos días. -Mentí.- Él me acompañó a llevar a Daryl al veterinario. -Le conté, recordando la presencia de mi cachorro, al cual comencé a dar cariño.- Mientras que otros preferían follar.


El silencio se hizo presente; los nudillos de Mauro estaban blancos sobre el volante, y su mirada fija en la carretera. Esperaba que gritase, o comenzase a maldecir a todo el mundo, pero definitivamente no me esperé la reacción que tuvo. En algún momento inesperado, giró su rostro hacia el mío, y sin previo aviso, me besó. ¡Me besó! ¿Por qué me estaba besando si...? Joder, qué bien besa.


Perdí el momento exacto en el que comencé a corresponderle; pero lo que sí sé es que, al tomar mi nunca, intensificó el beso sobre mis labios. Después de varios segundos, en los que estuve volando entre su delicioso sabor y lo bien que se le daba besarme, desperté de mi ensoñación y me separé bruscamente. Lo miré con los ojos como platos, pero no dije ni una palabra; simplemente no podía. Él también me miró; se le notaba más relajado, o quizás la palabra era... Confiado. Comenzó a sonreír ligeramente, y negó con la cabeza.

𝓛𝒂 𝓝𝒐𝒗𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝓜𝒆𝒋𝒐𝒓 𝓐𝒎𝒊𝒈𝒐 // 𝐋𝐈𝐓 𝐊𝐈𝐋𝐋𝐀𝐇حيث تعيش القصص. اكتشف الآن