Un Juego De Niños // THIAM

Capítulo Diecisiete

Ya en la clase de Biología, el profesor Wellson decidió hacer un trabajo en equipos, pero él decidiría las parejas para que sea "más equitativo". Su método consistía en que los chicos con mejores promedios estén emparejados con los peores, así los mejores podrían ayudar a los que peor les iba en la materia. Theo estaba rezándole a todos los cielos que no le tocara con Liam, no porque no le agrada la idea, sino que el hecho de tener que estar con el menor, solos, en un cuarto le agobiaba. Era complicado contenerse al tenerlo cerca, pero peor sería estando ambos solos. Pero claro, el de ojos grises no tenía suerte, no esa semana que parecía que el universo estaba en su contra, o que el destino estaba a su favor.

-Bien, por último, Raeken, tú irás con Dunbar. Eres el mejor en mi clase, y Dunbar, tú definitivamente no -soltó el profesor-. ¿Alguna pregunta? Y no, no pueden cambiarse las parejas. 

Y ahí se fue la única esperanza que tenía el mayor. Suspiró bajo con una pequeña sonrisa viendo hacia donde se encontraba el de ojos claros, varias mesas alejado de él, para luego volver a mirar hacia el frente con cara de póquer. Brett definitivamente no estaría contento con ésta situación, aunque, no tendría que contárselo si su amigo no le preguntaba, ¿Cierto?

-Excelente, ahora que todas las dudas fueron disipadas, pueden sentarse con sus compañeros de trabajo para organizarse. La tarea debe estar terminada para la clase del Lunes, no hay otro plazo y el sesenta por ciento de su nota depende de él. 

Aclaró el maestro con una maligna sonrisa en su rostro. Todos los alumnos fueron a sentarse con sus respectivos compañeros, el rubio se acercó sonriente hacia su compañero para, sin previo aviso, sentarse a su lado. Silencio. Ninguno de los chicos hablaba, usualmente sería el mayor el que rompería la calma con su voz, pero para su sorpresa, fue el chico junto a él el que decidió hacer oír su voz.

-¿Estás libre en la tarde? -indagó Dunbar con una cálida sonrisa en su rostro.

-¿Hoy? Sí, sí claro -contestó el de ojos grises sin pensar, olvidándose por completo de que ya tenía organizado algo con Stiles-. ¿Quieres hacerlo en mi casa o en la tuya?

-En la tuya. Tu hermana es genial, en mi casa estará mi madre y suele hacer comentarios algo incómodos y fuera de lugar. No es homofóbica ni nada de eso, simplemente hace preguntas incómodas como si eres mi novio, estamos saliendo y ese tipo de cosas... -explicó el rubio con un poco de nerviosismo notorio en su voz.

-No te preocupes, mi hermana también dice esas cosas. Tiene miedo de que si no me ayuda a conseguir pareja, terminaré solo y con veinte perritos -confortó el castaño entre risas.

-¿No sería con gatitos? -preguntó el chico con una pequeña sonrisa.

-No, soy más de los perros. Los gatos son muy independientes para mi gusto. En cambio los perros son dependientes, te aman incondicionalmente y pase lo que pase, ellos siempre estarán ahí para ti, los gatos estarán si ellos quieren estar -aseguró Theo, ese chico realmente quería adoptar a un cachorro.

-¿Te dijeron que analizas demasiado las cosas? -bromeó Liam risueño, todo para él en ese momento era un sueño.

-Sí, muchas veces de hecho -contestó el chico con una sonrisa-. En fin, ¿Quieres venir a mi casa después de clases o prefieres venir por la tarde?

-Para ser honesto, no ganaste la lotería conmigo, soy un asco en biología últimamente. No entiendo para nada el tema del trabajo... Creo que sería mejor juntarnos luego de la escuela, si no te molesta, claro... -era una pequeña mentira piadosa, sí entendía el tema, sólo que quería que Theo se centrara un poco más en él. Habían bajado sus calificaciones, pero no por tonto, sino que no estaba prestando la suficiente atención en clase como para hacer todas las tareas que dictaba el profesor, y eso le había bajo su promedio.

-Si me molestaría, no te lo hubiera ofrecido en primer lugar -soltó casi sin pensar Raeken, enseñando su brillante y perlada dentadura al chico junto a él-. No te preocupes por entender, hoy seré tu tutor personal, y te prometo que para el final del día entenderás perfectamente qué es la Selección Natural, y qué es la Selección Artificial. 

-Bien, confío en ti entonces...

El timbre sonó dando por finalizado el día lectivo del Viernes, hasta el Lunes no tendrían que estar encerrados en esos salones asquerosos rodeados de docenas de personas, algunas con un olor tan pestilente que daba asco. Ambos chicos se levantaron de su lugar mientras caminaban hacia sus casilleros con tranquilidad, hablando un poco sobre el trabajo de Biología, pero para mala suerte de los chicos, había alguien esperándolos en sus respectivos casilleros.