Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚

23) ϟ Miremos las estrellasϟ

Holi 🥳 Hoy sábado tenemos actualizaciónnn, ¿Son más como Nils que prefiere leer un finde o como Oris para irse de rumba y cantar dame tu cosita akkakja?  

Déjenme un corazoncito 🍃🧡

NILS BARKER

—Es que las pirámides estaban perfectamente alineadas con el cinturón de Orión —dije.

—Además, están tan bien hechas que ni la tecnología de ahora podría imitarlas...

Al fin alguien que habla mi idioma.

—¡Exacto! Quizá fueron los extraterrestres como una forma de ¿comunicación?

—¿Crees en los extraterrestres?

—Claro —ladeé mi cabeza hacia ella y nos miramos a los ojos—, somos un punto, algo insignificante. Hay más de cien mil millones de galaxias... De seguro no somos los únicos.

—¿Estarán entre nosotros?

—Yo pensaba que tú eras un marciano cuando te conocí —recordé entre risas.

—¡Oh, vamos! No tengo la cabeza tan chica.

—¡No es por eso! —reí—. Me refiero a que... No lo sé, eras diferente y además... Hablabas sola por la calle como si nada te importara.

—No es que no me importe... —Ella flexionó sus piernas a la altura de su pecho y afirmó su barbilla en sus rodillas. Acomodó su cabello hacia atrás y devolvió la vista hacia mí—, es que no me doy cuenta. Además, tú también tienes tus mañas.

—¿Yo? —pregunté fingiendo indignación.

—Oh, vamos... Ordenas tus cosas por color, tamaño, fecha y te estresa si nada está en su lugar; no hablas con nadie, prefieres encerrarte en tu cuarto a leer y miras a todo el mundo con cara de culo.

—No soy así.

—¡Sí lo eres! —rió—. Pero eres para mí el chico p... Oh, espera, no te muevas, tienes una lagartija en el hombro.

Entré en pánico. Ay no... Ay no... No, no, no... 

—¡Sácamela!

Me puse de pie lo más rápido que pude para sacudirme, desesperado. 

—¡Nils, es solo una lagartija! ¡Quédate quieto!

—¡Puede ser venenosa, Oris! ¡Quítamela ya!

—¡La asustas, tarado!

—¡Va a matarme!

—¡No son venenosas! 

Sentí su cola golpeándome el cuello.

—¡¡LA TENGO EN EL CUELLO!!

Ella tomó de mi hombro y comenzó a buscarla, pero se fue por mi espalda y lo sentí peor que el hielo.

—¡Oh, por Dios, Nils! ¡Sosiégate!