9 ► El regreso.

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Holii, salúdenme con el corazoncito rutinario <3 


NILS BARKER 

—¡Nils, he vuelto! 

Me giré con desconcierto. Esa voz me parecía conocida, pero ¿podía ser real? Quizá sí, quizá no. Al girarme confirmé mi teoría. Ella estaba gritándome desde el paso de cebra. Tenía una maleta entre sus manos y su estilo era distinto desde la última vez que la vi. Estaba más atrevida, colorida. Ya no era la muchacha del culto religioso que usaba enormes lentes y vestía faldas largas. Debo admitir que me quedé un instante algo vacilante y extrañamente sorprendido...

—¿Maite? 

—¡Qué alegría! —exclamó, y no alcancé a decir nada porque sus brazos me rodearon con felicidad. Pestañeé y, con cierto titubeo, rodeé su espalda con mis manos. 

—¿Qué haces acá? —La solté para mirarle el rostro. 

—Bueno, ya terminó ese estúpido viaje de estudio religioso. Ya estoy aquí... ¡Volví! ¿Estás feliz? 

Seguía notoriamente sorprendido. Maite Olveyer fue mi novia, la primera. Se había ido hace un año al lugar que me mencionó y nosotros habíamos terminado nuestra relación. Verla de nuevo fue extraño, porque hace demasiado tiempo que no hablábamos una palabra. ¿Qué se hacía en esos casos? ¿Le hablaba como amigo? ¿O tenía que invitarla a salir o qué? 

Nuevamente las palabras no pudieron salir de mi boca porque Avery venía en bicicleta repartiendo el periódico. Vestía una camisa a cuadros dentro del pantalón que le llegaba a la cintura y tenía una mochila en su espalda. 

—Hola, Nilz... —Frenó—. Ten. Hay muchaz novedadez en zienzias hoy y ezte ez tu favorito. Hola, Maite. Que bueno tenerte de vuelta. 

—¡Hola! —Saludó ella con entusiasmo mientras yo le echaba un vistazo al periódico—. ¡También me alegra verte!

—Oye, Nilz... Hize muchoz experimentos zobre lo que hablamoz la otra vez. ¿Quierez pazar un día por mi caza? Puedez invitar a Oriz... 

—¿Oris? —preguntó Maite. 

—Zí, la chica nueva, la nov.. 

—Ahí estaremos —me apresuré en decir mirándola a ella de reojo. Era cómico que todos dijeran que era novio de Oris cuando apenas estaba conociéndola. Era un malentendido, pero bueno, no me sentía incómodo. 

—Bueno, ¡loz veo luego chicoz! —se despidió pedaleando y sacó su megáfono—. ¡Llegó el diario! ¡Lleve zu diario! ¡A levantarse, chicoz! ¡Hoy noz da la bienvenida un hermozo día zoleado! 

—Y... ¿qué harás esta tarde? —me preguntó ya después de que la voz de Avery se perdiera en la distancia. 

—Oh, dormir. 

—¿Te importa si mañana paso a saludar a tus padres? Hace tiempo que no los veo. No te molesta, ¿verdad? Quizá pueda quedarme un rato contigo para que charlemos y me pongas al día...

Oh, guau... 

—Bueno... No tengo problema. Cuando quieras eres bienvenida a mi casa. —Me acerqué a sus mejillas para besarla. Se sentía extraño cuando antes esos besos no precisamente se daban ahí—. Te veo... luego. 

Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora