10 ►¡De fiesta en los sesenta!

17.5K 2K 1.6K
                                    

ORIS FARETT

Esta noche me voy a comportar como la dama que soy, jeje.

Vale, esa oración la repetí una y otra vez en casa de Aker antes de partir al cumpleaños número veinticinco de Clara. No podía beber alcohol, nada, lo cual era un reto porque el autocontrol y yo no nos llevábamos bien.

Ya bien perfumada, con el cabello algo peinado y con la misma ropa que llegué al Lake Parrot de los sesenta, salí hasta la calle junto con Aker para subirnos al auto; que digamos que necesitaba tomarse tu tiempo para andar y no morir en el intento. En cuanto abrí el asiento del copiloto vi a Nils caminando con una muchacha. 

Él iba de manos en carteras. Se avisaba en su aspecto que también se dirigía a la fiesta. Vestía una chaqueta roja encima de su remera blanca. Tenía el cabello húmedo y desordenado. Todo en él decía que se había arreglado más de lo habitual, pese a que era un sujeto pulcro de por sí.

La muchacha que lo acompañaba no la había visto en los pocos días que llevaba ni tampoco su cara se me hacía tan familiar por el barrio. Tenía un rostro llamativo, divertido. Su piel era de un tono oliva y sus ojos eran algo grises. Se parecía a Matt, que, por cierto, ese viejo pelón era mi profesor de educación física que me reprobaba siempre. Dato innecesario, lo sé. Me vale.

Pero, en serio, la verdadera interrogante era: ¿quién era esa chica?

En cuanto Nils cruzó la calle y nuestros ojos se encontraron, me subí de inmediato al auto. No sé por qué lo hice, quizá porque pensé que si lo saludaba podía molestar. Quizá era su novia, ¿no?

—¿Listo para la fiesta? —le pregunté a Aker, que se había rociado el frasco entero del perfume.

Miré a Nils por el espejo lateral.

Ya bas-ta de estupideces.

—Listo estoy para estudiar física, no para fiestas, menos si está la chica que me gusta, menos si tiene novio y...

—¡Aker! 

—Vale, vale. —Echó a andar el auto—. La saludaré y la pasaré bien. A mí me gustan las fiestas, ¿sabes? Incluso me emborracho fácilmente —rió—, pero cuando está ella soy medio torpe. No, no medio, entero, un completo torpe con talento en cagarla.

—Todos somos medios torpes con la persona que nos gusta... 

Mi tono de voz sonó seguro; y era porque lo había comprobado un montón de veces con un montón de gente, ni siquiera conmigo misma, pero era bastante observadora. Los chicos solían tartamudear y tocarse mucho el cabello. Las chicas, por otro lado, siempre se hacían las indiferentes. 

—Bueno, en eso tienes razón —dijo, ya avanzando—. Gracias por el apoyo. Quizá no te lo he dicho, pero has sido lo mejor que le pudo pasar a mi verano, Oris —comentó, y me miró mientras conducía—. Eres una chica increíble.

Esas palabras solo sirvieron para que me brillaran los ojos y me resistiera el llanto. Pensé en hablarle a Nils y decirle que quería revelarle todo, pero ¿qué pasaría si yo le decía que él y mi abuela se quedan juntos y todo resulta forzado? ¿Qué pasaría si incluso arruinaba su relación? ¿Cómo la conquistaría? ¿Se le iba a ir el amor si se lo revelaba? 

Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora