¿No Te Importa?

414 47 1
                                    


Adán.

Estaba en mi habitación y raramente Mione no estaba conmigo.

Hermione se había ido a su habitación para prepararse para el baile que había preparado Slughorn.

Aunque habíamos ignorado descaradamente las invitaciones del profesor, finalmente accedimos debido a la insistencia de Harriet.

Yo me vestí con un traje formal típico en los magos.

Suspire un poco cansado de todo esto.

Finalmente salí de la habitación y espere unos minutos en la puerta.

Al ser los dos prefectos nuestras habitaciones estaban enfrentadas.

A los 12 minutos la chica de pelo castaño y un hermoso vestido abrió la puerta de enfrente mía.

- Hola Adán - Murmuró con una mirada destriada mirándome de arriba a bajo en un segundo - Te ves bien - Halago a lo que mi corazón se sintió satisfecho.

Su mano derecha se estiró hacia mí con cierto tinte de indiferencia.

- ¿No tienes nada que decirme? - Pregunto.

Sus hermosos labios cubiertos de un suave rojo entonaron y mi aliento faltó.

- Te ves hermosa - Mi voz salió con dificultad y tenía el tono más sincero que había usado en toda mi vida.

Ella sonrió suavemente cuando tome su mano.

- ¿Solo eso? - Pregunto la niña a lo que hablé a su oído.

- No tengo más que decir, mi amor - Murmuré a lo que ella asintió conforme.

- Bien, vamos - Apresuró.

***

Llegamos a la fiesta, realmente me recordó mucho a una escena de mi anterior vida.

Era como los momentos posteriores a la ceremonia de los Nobel.

A pesar de eso actúe con normalidad, tan normal como podía ser con Hermione.

El profesor Slughorn era realmente alguien muy social, todo, desde sus gestos hasta sus expresiones dejaban una clara predisposición a la conversación.

Ciertamente no me caía bien el profesor pero no pude evitar dar mi más profundo admiración a sus habilidades sociales.

- Adán... - Murmuró Hermione con una copa entre sus manos.

- ¿Si Mione? - La chica tomo un poco del líquido rojizo de la copa.

Sus mejillas se tiñeron rápidamente de rojo y su respiración se volvió bastante superficial.

- ¿Por qué quisiste venir tan de repente? - Pregunto con una sincera curiosidad.

- Porque Harriet me dijo que viniera, no hay mucho más por detrás - Admiti sin más.

Ella miro su copa y dio varios tragos más.

Finalmente se apoyó en mi. Siempre quise saber que tipo de borracha sería Mione.

¿Será conflictiva, hablara mucho o se callara?

Pero totalmente sosprendido vi como ella pareció recomponerse y dejó de tomar.

Aún así ella me necesitaba para sostenerse en pie, me reí un poco de ella pero finalmente una mirada que me advirtió sobre el peligro me hizo sonreír con diversión.

***

Casi pasadas las 12 nos fuimos aunque Hermione había comenzado a hablar de manera incoherente.

- De nada - Dijo con cierto tono de reproche.

Suspire y negué.

Realmente prefería ignorarla, pese a la aparente incoherencia cada una de sus palabras era un constante queja contra mi.

Claro que lo entendí, después de todo nuestras almas estan enlazadas.

- ¿En realidad no te importa que le pase a Delphin? - Pregunto finalmente haciéndome abrir los ojos con sorpresa.

- Se que Delphin estará bien aunque yo no intervenga - Asegure a lo que ella me miro con cuidado.

Sus ojos destellaron con un suave tono rojizo cuando sonrió.

- Bien, puede que Harriet se encargue de ella por mi - Murmuró sabido lo que esta última haría.

Me mantuve en silencio y suspire.

- ¿No te preocupas por ella? - Pregunto con ciertos colores que reconocí como esperanza.

- Mione - Dije mientras abría la puerta de su habitación - ¿Alguna vez mostré preocupación? - Pregunté con calma.

Ella me soltó el cuello y tomo mi mano caminando desequilibrada a su cama.

- Si, una o dos - Murmuró lanzándose a su cama y atryendome hacia ella.

Su voz era melódica y se acercó a mí oído murmurando.

- ¿Como cuales? - Murmuré.

- Cuando pensaste que me habías embarazado... - Comenzó - Y la segunda fue cuando te dije que nos casemos - Su mano comenzó a desabrochar mi camisa a lo que respondí bajando el cierre de su vestido.

- Cierto... - Murmuré ya casi ignorando lo que decia.

Baje su vestido desde sus hombros y mire su piel blanca y sus pechos.

La chica me miro con una sonrisa y rodeo mi cuello con sus suaves manos.

***

Finalmente me desperté con el cuerpo adolorido y mire a la chica entre mis brazos.

Ella me miro con esos lindos ojitos y hablo.

- Así que realmente no te importaba lo que le pase a Delphin - Dijo sonriendo mientras se pegaba a mi.

- Hermione, compartimos todo - Dije mi mano toco y frente y sentí como si el mar me envolviera.

Esos eran los recuerdos de Mione, a su vez ella podía ver todos mis recuerdos.

Nadé por el océano y vi recuerdos que solo me hacían sentir más amor por Hermione.

Como cuando nos conocimos.

Pero rápidamente esa escena desapareció y sentí un fuerte peso encima de mi estómago.

Todo se volvió más nítido y note el rostro de Mione, al parecer ya había visto lo que quiso ver.

- Así que realmente sabías que Snape la salvaría - Pareció un poco aburrida - ¿Sabes? Quería que Harriet la matara - Admitió sin una pizca de dudas - Quería ver como reaccionarias a algo así - Sus ojos parecían fríos y no dudaba con cada palabra.

- Herms... - Murmuré sin saber que decir.

Ella es mi mundo, mi vida y mucho más.

Aunque ella misma matara a Delphin mi amor por Mione no vacilaria ni un segundo.

- Está bien, al parecer fuiste tú la que terminó cambiando - Dije mientras mis manos rodeaban su cuello y la acercaba a mi.

- ¿Y eso te disgusta? - Pregunto puramente por su ego.

- Solo hace que me gustes cada vez más - Ella sonrió y se frotó contra mi.

- Lo sé - Dijo con una mirada que me hizo sentir en las nubes.

****

Harry Potter resurrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora