Dimitir La Responsabilidad

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Estaba acostado con Hermione entre mis brazos con sus piernas alrededor de mi.

La chica se frotaba contra mi.

Más que mí novia parecía un gato.

- Adán... - Murmuró con una voz ronca - Hoy toca... - Murmuró a lo que mis manos se posaron en su culo cubierto por la pollera.

Acaricie y apreté el hermoso cuerpo de Mione y comencé a besar su cuello

Mi mano se metió debajo de su falda pero la puerta de la habitación de abrió, claro que solo otra persona podía abrirla.

Harriet miro dentro de la habitación como si no estuviera pasando nada.

- Adán, Hermione, el profesor Slughorn los invito a la cena del club de las eminencias - Dijo la chica con cierto desinterés.

- ¿Club de la eminencias? Recuerdo algo de eso - Murmuró Hermione a mi lado aunque suspiro - Realmente no me importaría ir contigo - Murmuró un poco avergonzada.

- Claro que iría contigo - Dije sonriendo mientras mis manos se metían debajo de sus pantis como si no hubiera nadie más.

Harriet nos miraba con cierto sonrojo en sus mejillas.

- ¿Quieres venir? - Pregunto Hermione mirando a Harriet de reojos.

Esa linda sonrisa en el rostro me hacía sentir muy excitado mientras Harriet parecía dudar si venir o no.

La chica de pelo negro suspiro y se subió tímidamente a la cama.

***

Estaba sentado en las gradas del estadio de quiddich con un gatito en mis piernas.

Acariciando suavemente al gatito miraba a Harriet quien realizaba las pruebas para los nuevos miembros del equipo de Gryffindor.

El gatito no se resistía en lo más mínimo a mis caricias, en realidad ronroneaba plácidamente.

- Mida - Murmuré sonriendo al gatito.

Siempre había tenido cierta debilidad por los gatos y los perros pequeños, como casi todo el mundo.

- Perdóname por no haberte prestado atención... Mione esta todo el día encima mío... - Dije aunque el solo nombrar a Hermione me hacía sentir notoriamente mejor.

Ella no pareció darle la más mínima importancia a eso mientras se levantaba y me miraba con esos hermosos ojos violetas.

Una suave voz sonó en mi cabeza.

- No te disculpes, mi señor no debería disculparse tan fácilmente con nadie - Dijo un poco molesta.

Sonreí un poco a ella.

- Mida... - Murmuré dudoso - ¿Por qué de la nada eres tan pasiva? - Pregunté luego de tomar confianza.

Ella frotaba su cabeza contra mi pecho como si se quisiera quitar algo.

Entonces cierto sentimiento de superioridad y alze mi mano que comenzó a reunir el maná del aire.

Un collar morado apareció y se sello alrededor del cuello del gatito.

- Así no te perderás - Murmuré aunque solo parecía querer convencerme a mi mismo.

- ¿Enserio crees que me perdería? - Su voz sonaba burlona y sonreí.

- Claro - Murmuré sonriendo cuando escuché a Harriet hablar en el centro del estadio.

- Ahora la prueba de los bastidores - Dijo en voz alta aunque ni siquiera la mire.

Sonreí mirándola de reojo y seguí hablando con Mida.

***

Harriet.        

Había terminado el entrenamiento de hoy, iba hacia la sala común con un constante deseo de caer en la cama y descansar.

Mientras caminaba escuché una conversación, no, en realidad pareció más una sola voz pero por el tono parecía haber otro parsona.

No le daría más importancia si no fuera por el nombre que oí.

- En serio Adán… - Murmuró la vocesita.

Casi la instante me acerqué y escuché la conversación.

- No deberías involucrarte en los planes del señor tenebroso - Advirtió la chica a lo que rápidamente me acerqué para tratar de ver si eran las dos personas que creía.

Pero a la vuelva de la esquina no había nadie, claro que había oído el nombre de Adán, pero no podría dudar de Adán no aunque lo viera con mis propios ojos.

Suspire y me dirigí a la sala común con una pregunta en mente.

***

Sin tardar mucho llegue a la sala común y mire sin encontrar a Adán.

Subí las escaleras hasta llegar a la habitación de Adán.

Abrí la puerta y allí Adán parecía jugar con un lindo gatito que reconocí rápidamente.

- Adán - Le llamé a lo que el me miro con cierto aburrimiento.

- ¿Si Harriet? - Pregunto con calma..

La situación era bastante extraña, no por la actitud de Adán si no por el hecho de que no se esté cojiendo a Herms.

- ¿Que hablabas con Delphin? - Pregunté a lo que el pareció estar más divertido.

Sus ojos vagaron por toda la habitación y luego volvieron al gato.

- ¿Yo?¿Con Delphin? - Pregunto haciéndose un poco el desentendido.

- Si, los escuché hablando en los pasillos - Dije un poco dudosa.

El sonrió suavemente y negó.

- Lastimosamente no le hablo a mi serpiente desde hace casi 2 meses - Dijo encogiéndose de hombros.

Mis ojos lo miraron y sentí como mi esmeralda era absorbido por su carmesí.

- ¿No me estás mintiendo? - Pregunté finalmente a lo que el asintió.

- Bueno, en realidad si hablamos un poco ayer… - Murmuró aunque no parecía referirse a una conversación si no más bien a otras cosas.

Suspire y le señale con el dedo índice.

- Está bien, no me molesta sea lo que sea que estés haciendo, si tú lo haces debe ser lo correcto - Mis palabras reflejan mi pensamiento verdadero.

No podia imaginarme a Adán haciendo algo encontrá de mi, bueno si, pero solo si Herms estaba involucrada y como lo escuché con Malfoy las posibilidades de que Herms participe son menos del 0,001%.

- Claro - Asintió el con una mirada satisfecha.

Ciertamente tenía un par de dudas sobre el, pero ya me había entregado a el varias veces, no podía dudar de el ya que significaría que me había confundido con el, y yo nunca me confundo.

Suspire y lo mire con ciertos colores que se me hicieron extraño, era como una niebla colorida.

Claro que no le di mucha importancia, si tuviera que prestarle atención a cada detalle alrededor de Adán estaría exhausta.

Y además, yo no tenía que encargarme de nada, Hermione se encargaría de todo lo que Adán hiciera.

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