Regalos

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Harriet.     

Lo miramos sorprendido.

¿El? ¿En Slytherin? Sería una desgracia para Gryffindor.

- Me negué rotundamente, si hubiera ido a Slytherin… bueno, el verde no me sienta bien - Dijo encojiendose de hombros.

¿Por esa razón?

Lo peor de todo es que el verde seguramente le quedaría mejor que el rojo.

Suspire.

- Bueno, nos vemos - Dijo el yéndose. 

****

Adán.                   

Me senté al borde de la ventana y suspire.

No quería saber nada de las arañas por lo que quería evitar siquiera verlas.

***

Espere hasta el sábado, como era usual llegue al campo de quidditch primero que nadie.

Me quedé leyendo en la parte más alta de las gradas.

Estuve ahí y poco a poco la multitud fue llegando, primero Hermione se sentó a mi lado.

Tomo mi mano y se quedó en silencio.

En poco tiempo los dos equipos salieron de los vestidores.

***

Harriet.                  

¡Bien!

No sólo había tomado la snich si no que también había aprovechado para que la bludger golpeará a Malfoy.

Estaba tirada en el barro con el brazo roto, pero feliz.

La felicidad poco le había durado.

Vio a Lockhart que se disponía a curar su brazo roto.

¡Hasta mi tío sabe más de magia que este inútil!

- ¡No usted no! - Dije tratando de que se vaya sin tocar mi brazo.

- No se entiende que dice, no se preocupen, inmovilizare su brazo - Dijo tomando su varita.

Cuando el levantó su varita alguien lo pateo al suelo.

- Antes de que usted la cure dejaría que le curase Voldemort, por lo menos el era buen mago - Dijo el chico de pelo blanco con desdén.

De la nada una camilla apareció y la llevo a la enfermería tirando de ella como si no fuera nada.

***
Mmmm.

Abrí los ojos en la enfermería, Adán me había traído pero me dormí antes de llegar.

Dobby, el elfo que me había advertido sobre los peligros de este año vivo a verme, ¡el maldito había encantado la bludger para que la golpeará!

Luego de unos minutos el se fue asustado y otra persona hablo.

- ¿Que ocurrió? - Pregunto madame Pomfrey a Dumbledore en un susurro.

- Otro ataque - Dijo el - Minerva lo encontro en las escaleras.

Era Colín Creevey, según teorizaba McGonagall había venido a verme y...bueno, pasó lo que pasó.

***

Adán.           

Me quedé jugando al ajedrez solo, solo yo puedo ganarme.

Hermione, Harriet y Ron había ido a robar los últimos ingredientes para la poción multijugos de el despacho de Snape.

Harry Potter resurrección Where stories live. Discover now