Nicolas Flamel

4.2K 415 67
                                    


Ya era noviembre y realmente estaba conforme.

Eran poco menos de las 6am.

A este punto estaba acostumbrado a salir antes de las 5 y volver solo para las clases.

Estaba bajo un árbol mientras la nieve caía hasta cubrirme totalmente.

Me levanté y me sacudí la nieve, moví la nieve de mi alrededor y volví a sentarme, podría derretirla pero me sentía menos humano si hacia eso.

Hermione se había empezado a llevar bien con Harriet más que nada porque le dije que sería bueno para ella tener contactos una vez creciera.

A las once tenía que ir a ver el partido de quidditch, no es que me interese pero es un poco mejor que estar aquí afuera cubierto de nieve...creo, realmente no puede ser tan malo.

Cerré los ojos y me dormí.

Ayer Hermione me acosaba como si estuviera segura que yo sabía sobre la herida en la pierna de Snape.

- No soy omnisciente - Le respondí mientras ojeaba un libro de encantamientos.

Pensé que ese acoso lo haría Harriet pero supongo que no me tiene mucho cariño...por ahora.

Abrí los ojos y por el sol debían ser las 10.

....

La nieve me había enterrado hasta el cuello.

Me levanté y me sacudí la nieve.

Me puse la capa y el sombrero que había dejado colgados en una rama.

Me acomode la bufanda, ahora que lo pienso uso bufanda pero no suéter ni campera...se siente muy cómodo.

Comencé a caminar sobre la nieve con pasos suaves.

Generalmente me hubiera muerto de hipotermia pero...mi cuerpo se sentía muy caliente últimamente, me daba un poco de vergüenza pensar en el porque, pero soy médico, no puede darme vergüenza pensar en la adolescencia.

¿Por qué tenía que empezar tan rápido?

Comencé a caminar hacia la cancha de Quidditch.

Subí a las gradas y me senté mientras leía.

Todavía faltaba poco más de una hora para que el partido de Gryffindor y Slytherin comenzará.

Me quedé quieto con el cambio de página como única acción hasta que sentí algo a mi lado.

Hermione se sento a mi lado.

Aún estaba casi todo vacío a excepción de nosotros dos y de otras personas muy a lo lejos.

- Hola - Me saludo a lo que respondí sonriendo.

- Hola...Herms... - Dije pasandoa hoja.

Ella giró su cabeza hacia mi con tanta fuerza que sentí el viento.

Nos quedamos callados unos segundos hasta que hable.

- ¿Que? ¿No te gusta el apodo que con tanto cariño pensé? - Le pregunté cambiando de hoja.

- No es eso... - Dijo tímidamente.

- ¿Entonces que es? - Pregunté calmado.

- Es...vergonzoso... - Dijo haciendo que me riera.

- Eres muy linda - Dije mirándola por primera vez en la conversación.

Ella estaba roja como un tomate.

- Adán... - Me llamó preocupada haciendo que la mire - ¿Te molesta que hable tanto? - Pregunto nerviosa.

- Si me molestara que hablaras, lo diría y siendo sinceros... - Dije acercándome a su oído - Me encanta que hables tanto, es uno de tus mejores encantos - Dije haciendo que ella se sonrojara y asintiera con tensión.

Harry Potter resurrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora