CAPÍTULO XXVII: CARTA.

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Lauren frunció el ceño. ¿Quién iría de visita las 21:45PM? Definitivamente la persona que estaba tocando el timbre con desesperación. Cuando finalmente decidió levantarse del sofá —en el cual había estado todo el día— e ir a abrir la puerta, se sorprendió de encontrar a la chica pequeña del hospital allí.

 — ¿Lauren? —preguntó ella mientras observaba a Lauren confundida.

 —Hola, Ally —saludó Lauren. 

Ally lo notó, su voz estaba quebrada y áspera.

 — ¿E-estás bien? —preguntó con miedo. Lauren asintió—. Lo siento pero creo que no estás bien. Sólo mírate —Lauren hizo una mueca—, estás más pálida y tienes ojeras, además parece que has adelgazado un poco.

 —Lauren suspiro—. Sí, bueno, ¿vienes por Daniel o algo así?

Ally se sintió avergonzada de decir todo aquello en cuanto notó que todas las facciones de Lauren demostraban enojo. Sus mejillas se sonrojaron.

 —No, no, realmente vine por ti —dijo mientras jugaba con sus dedos—. Lo siento por eso, a veces me preocupo mucho por las personas.

 —No importa, ¿quieres pasar? —preguntó Lauren mientras se hacía a un lado, Ally asintió entrando en el departamento.

 —Gracias.

Ambas chicas se adentraron en el departamento, Lauren inmediatamente hizo su recorrido hasta el sofá y se desplomo allí en cuanto llego a él, por otro lado, Ally se sentó en el sillón que estaba frente a Lauren.

 — ¿Y...?

 —Tengo algo para ti... es... de parte de Camila —Lauren dejo de respirar por un momento y sintió que su pulso se aceleró descontroladamente—. E-es uh... cuando entré a la habitación ambas hablamos sobre muchas cosas, al momento de irme me pidió que hiciera esto —dijo mientras entregaba un sobre a Lauren—. Es una carta, ella me pidió que la escribiera porque sus brazos eran un desastre —Ally río y una lágrima bajo por su mejilla—. Lo siento... aún no me acostumbro a esto —respiro profundamente—. Lauren, discúlpame por lo que voy a preguntar pero ya sabes que me preocupo por los demás y tú no eres la excepción, ¿por qué no has viajado a Miami?

 —No es algo que deberías saber.

 —Lo sé, Camila me lo dijo —informó—, no quiero que me expliques nada, sólo dime... ¿por qué?

 —No me iré aunque las dos únicas personas que me quedan estén a allá, Ally —Lauren paso una mano por su cabello—. No quiero dejar el departamento, porque eso sería como dejar a Camila a atrás —dijo—. Cuando intento salir fuera del departamento solo para despejar mi mente, simplemente no puedo, siento un pequeño vació dentro de mí y me duele.

 —Ally le sonrío alentadoramente—. ¿Sabes? Me gustaría que en otra vida las cosas hubiesen sido diferentes.

 —A mí también —coincidió Lauren—, pero la vida no es un cuento de hadas y tenemos que aprender a vivir con el mal de vez en cuando, aunque no queramos —Lauren suspiro—. Desearía poder seguir mis propias palabras.

Ally río.

 — ¿Sabes? Yo esperaba que Camila estuviese en mi funeral en primer lugar, esperaba que yo hubiese hecho cartas y cosas como esas —dijo Lauren—, creo que todo cambió.

 —Yo iré a tú funeral.

 —Eso sería algo, pero, ¿a quién le escribiré una carta? —Ally se encogió de hombros—. Exactamente, a nadie.

 —Tú realmente quieres leerla, ¿no es así?

 —Lauren se sonrojo ligeramente—. Sí...

 —No te avergüences, de todas maneras ya estaba por marcharme.

Lauren le sonrío agradecidamente a Ally y la abrazó antes de que la chica pequeña se marchará. Cuando finalmente estuvo sentada sobre el sofá con la carta en su mano, no pudo evitar sollozar y llorar. Ella no podía dejarla ir.

Abrió el sobre y saco la hoja blanca, estaba doblada.

"Para: Lauren Jauregui.

De: Camila Jauregui.

Y sí, Lauren, esperaba casarme contigo."

Lauren sonrío río con melancolía.

"Esperaba tomar tú mano libremente fuera de esas paredes de mi departamento, esperaba lograr convencerte de ir al médico, esperaba verte sanar, esperaba jamás verte caer, esperaba muchas cosas Laur y ninguna de ellas se cumplió.

P.s: ¡Espero las rosas negras en mi funeral, Jauregui!

P.s2: Lee la carta cuando estés lista.

P.s3: Te amo."

 —Lauren sollozó fuertemente—. Te amo también.

"Esperaba verte sanar." Lauren negó con su cabeza. Aunque Camila estuviese viva, ella no lograría ver eso, porque era fácil, Lauren no quería lo mismo.

Tomo el pequeño papel entre sus manos y sollozó fuertemente una y otra, y otra, y otra, y otra vez. Pero Lauren no leyó la carta, porque ella, aún, no estaba lista.

Cigars and tattoos ➳ camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora