¡Siempre Nuestro! (+18)

Capítulo 27

Cami

Salí corriendo del auto en cuanto Daniel aparcó, mi corazón estaba acelerado y no pude controlarlo porque conforme avanzaba me di cuenta de que había una ambulancia afuera de la residencia. Varios estudiantes estaban fuera de sus dormitorios y murmurando cosas entre si mientras veían al edificio al cual me dirigía.

Me abrí paso ignorando a los guardias que trataban de mantener a los curiosos fuera y justo en ese momento, cuando pude acercarme lo suficiente vi como los paramédicos bajaban una camilla con una persona inconsciente por las escaleras, me cubrí la boca al ver de quien se trataba.

— ¡Cami! —gritó Luci en cuanto me vio.

Corrí hacia ella y la abracé con fuerza mientras se me llenaban los ojos de lágrimas. No sabia que decir, estaba en shock, me sentí mal, muy mal.

— ¿Qué sucedió? —pregunté sintiendo como temblaba en mis brazos.

—Yo... no lo sé, solo entré y la encontré en la cama. —sollozó. —el suelo...estaba lleno de sangre.

—Oh por dios. —la apreté contra mi pecho imaginando lo terrible que debió ser encontrarse con esa escena.

— Luci ¿Estas bien?

André apareció delante de nosotras agitado y con la preocupación plasmada en el rostro, tenia el cabello castaño revuelto y solo usaba una sencilla camisa junto a sus pantalones de pijama. Y fui consciente de que ni siquiera me miró.

Ella sacudió su cabeza aferrándose a mí y sollozando.

—No, Tracy... ella... —no pudo continuar explicando, yo solo la mantuve en mis brazos procurando tranquilizarla.

— ¿Cami? —la voz de Daniel me obligó a levantar un poco la cabeza. — ¿Qué sucede?

Daniel me miró un momento, pero luego sus ojos se desviaron hacia la persona que estaba frente a nosotros y me pareció ver que la mandíbula de André se tensó.

—Necesito estar con ella. —murmuró Luci soltándome y limpiando sus mejillas. —Tengo que ir al hospital, no puedo dejarla sola.

— ¿Tienes el número de algún familiar? —pregunté.

—No, ella no tiene familia aquí.

—Yo te llevo. —se ofreció André.

— ¿Te veo allá? —preguntó mi amiga y asentí antes de que se diera la vuelta y siguiera a André hacia el estacionamiento.

Daniel y yo hicimos lo mismo, abordamos su auto y me aseguré de tranquilizarme un poco cuando Daniel tomó la calle para ir hacia el hospital.

— ¿Qué ocurrió?

—No lo sé con seguridad. —dije. —La vi en la camilla y tenía las brazos...llenos de sangre.

— Oh no. —murmuró y pisó el acelerador.

Gracias a ello llegamos más pronto de lo que imaginaba, estábamos saliendo del auto cuando vi el auto clásico de André detenerse a varios lugares de distancia y ayudó a Luci a salir.

Me reuní con ella justo en la puerta principal y nos dirigimos los cuatro al mostrador, Luci estaba muy nerviosa e inquieta, se molestó incluso con la mujer detrás del computador porque no supo decirle exactamente el estado en el que se encontraba su compañera de habitación.

—De acuerdo. —dijo la mujer. —Trataré de revisar en los papeles que se llevó mi compañera, en un momento te aviso.

Dicho esto se puso de pie y se fue por el pasillo, Luci se pasó las manos por la cara para borrar las lágrimas pero André se encargó de pasarle una mano por encima de sus hombros y abrazarla tranquilizándola un poco, la mujer regresó y nos enseñó unos papeles.