Al siguiente día Daniela se levantó tarde pues no sonó su alarma. Al levantarse de la cama tomó un baño en el menor tiempo posible, se puso su uniforme limpio como todos los días, secó un poco su cabello y también lo peinó. Salió de su casa a las 6:45 am.
Esperanzada de que llegaría a tiempo al colegio tomó un taxi como siempre y al llegar notó que eran las 7:05 am, se apresuró a llegar a su salón pero al conseguirlo eran las 7:08. Ya no le permitió el acceso el profesor en turno, por la ventana logro ver a Verónica en la banca de siempre. Verónica le hizo señas a Daniela para que leyera un papelito que colocó en el vidrio de la ventana, con la leyenda:
“Te aparte tu lugar. ♡”
Daniela respondió a Verónica haciendo un corazón con las manos y mandándole un besito al aire.
Daniela se dirigió al área de los comedores, y se dispuso a comprar alguna cosa para desayunar pues por salir de prisa no pudo tomar de la despensa de su casa ni siquiera un paquete de galletas.
Compró un sándwich y un café.
Daniela centrándose en degustar sus alimentos, cabizbaja y leyendo algo en su celular escuchó una voz:
- ¿Qué haces aquí a éstas horas?, siempre eres puntual, para ser ésta la primera semana te he visto todas las mañanas llegar temprano.
Daniela aún masticando su comida y apartando su mirada del celular levantó la mirada para ver y responder a la persona que le estaba hablando.
Era la profesora Victoria, con un vaso de café entre sus manos y también sujetando su portafolios con el afán de colocarlo sobre la mesa.
- ¿Puedo?, ¿no te molesta que me siente aquí? -preguntó Victoria a Daniela mientras colocaba su portafolio sobre la mesa y su café a un lado.
- Perdón. -dijo Daniela tapando su boca llena de alimentos. Tragó secamente el bocado en su boca y respondió nuevamente:
- Adelante, no me molesta. -y le sonrió un poco nerviosa.
- Gracias.
- Respondiendo a lo anterior, se me hizo un poco tarde, no sonó mi alarma. -dijo Daniela un poco desanimada.
- Suele pasar, no te sientas mal. -dijo Victoria poniendo su manos sobre la mano de Daniela.
Victoria mantuvo esa posición unos segundos y después quitó su mano con rapidez.
Al hacer eso, Victoria sintió un cosquilleo en el estómago, pero creía que era incorrecto lo que sea que tuviera ese tiempo de cercanías con Daniela.
Daniela no pudo evitar sentir ese cosquilleo en el estómago también, como si estuviesen conectadas, a ambas las unía el mismo sentimiento...
Después de unos minutos en silencio:
- Me retiro, señorita. Nos vemos. -dijo la profesora Victoria mientras tomaba sus cosas para retirarse de la mesa.
- Nos vemos.
