Mira al futuro Sasuke-kun

Tiempo en Familia (Parte 3)

El sol comenzaba a filtrarse por las cortinas de la habitación golpeando ligeramente su rostro, frunció el seño con molestia al levantarse de la cama, miro por la ventana notando que el sol estaba casi ya en lo alto, sabía que ya era tarde con algo de pesadez se dirigió a la ducha. Después de ducharse bajo a la cocina encontrándose solo a la pelirosa desayunando con ambos infantes.

-Buenos días Sasuke-kun...- musitó la pelirosa sonriente.

-Hmp...buenos días- murmuro en voz baja.

-Siéntate Sasuke-kun ahora te sirvo un poco- lo miro al levantarse de su lugar.

-Hmp...- gruño al sentarse.

-Sasuke-kun hoy vendrás conmigo dudo que quieras quedarte solo con los gemelos- musitó la ojijade al servirle el desayuno.

-Hmp...porque y donde esta Sarada- musito con frialdad el joven.

-Sarada ha salido muy temprano a una misión volverá al anochecer,  yo tengo turno en el hospital, así que dejaremos a los gemelos en la guardaría en el mismo hospital y tu vendrás conmigo a mi turno- mencionó con una sonrisa.

Y como había sido planeado por la mujer de mirada jade después de el desayuno y de alistarse ambos salieron junto a los pequeños que recibían mimos y cumplidos de los aldeanos al mirar a los integrantes más pequeños  del clan Uchiha, esto para el joven Sasuke era algo nuevo ya que por lo regular el clan era temido y despreciado por los demás, para evitar sospechas y comentarios inapropiados el joven vengador tuvo que utilizar un Jutsu que cambiaba su apariencia ya que seria algo complicado explicar el porque "Sasuke era joven". Una vez que llegaron al hospital y dejaron a los gemelos en la guardaría ambos se dirigían ala oficina de la pelirosa fue hay dentro del hospital que Sasuke se dio cuenta lo increíble que se había vuelto.  Sakura, ya no era más la niñita molesta y débil que le seguía para todos lados cuando eran tan solo Genin, no ya no ahora era una mujer fuerte digna de llevar el emblema de su clan en su espalda, aunque Sasuke odiara admitirlo el sabia que ella sería la única que podría llevar el emblema del clan Uchiha, una vez dentro de la oficina de Sakura, el joven vengador se sentó en un pequeño sofá al fondo y miraba constantemente a la pelirosa discretamente.

-Espera aquí Sasuke-kun tengo que llevar estos documentos y ir atender a unos pacientes no tardo- musito la pelirosa al levantarse de su silla y mirando al joven Sasuke.

-Hmp...- musito el pelinegro al mirar por la ventana.

-Evita que alguien te vea sino nos meteremos en muchos líos- musito la pelirosa al salir de la oficina.

Después de algunos minutos que la kunoichi de mirada jade abandonara la oficina el joven pelinegro se levanto del sillón y miro su alrededor, encontrando algunos reconocimientos con el nombre de Sakura... también había fotografías donde estaba la pelirosa con los infantes y sus sobrinos. Tenía un sentimiento extraño en el pecho un tipo de orgullo, su ex-compañera había mejorado mucho, ya no era la misma niña que le seguía para todos lados. 

-Sakura...- susurro al ver una fotografía del antiguo "7".

De repente la puerta de la oficina fue abierta de golpe haciendo reaccionar al pelinegro que se giro a ver quien había entrado y frunció el seño al ver a un niño de aproximadamente 8 años de edad debía ser algún paciente ya que llevaba una bata del hospital, ambos cruzaron mirada.

-¿Quien eres tu?...¿Qué haces en la oficina de One-san?- musito el pequeño peliazul con enfado al mirar fijamente al joven portador del Sharingan.

-Hmp...no es tu incumbencia- musito molesto.

-Te pregunte quien eres que haces en la oficina de Sakura-san...- musita el pequeño al acercarse a el.

-Tu dime quien eres- el joven vengador miro con seriedad al niño.

-Yo soy el novio de Sakura-san- Musito el pequeño con una sonrisa.

-¿Novio?- musito serio. -Qué estupidez- 

De nueva cuenta se abrió la puerta pero en esta ocasión era Sakura que regresaba y se encontró con el pequeño escenario de el joven Sasuke "discutiendo", con uno de sus pequeños pacientes.

-Kouta-kun que haces aquí...Ino te anda buscando para darte tu medicamento- musito al acercarse al pequeño.

-Sakura-san me escape para venir a verla, la extrañamos mucho- se acerca sonriendo

-Sabes que no debes escaparte de Ino ni de la enfermeras- musito la pelirosa al mirar al pequeño.

El joven vengador solo miraba aburrido como cierta mujer pelirosa parloteaba con aquel mocoso que había llegado a la oficina de la ya mencionada Kunoichi medica, el pelinegro fruncía el ceño molesto no le gustaba que alguien más sea el centro de atención de Sakura aunque esta ya era una mujer. Así fue la charla como por un par de horas hasta que una joven enfermera fue por Kouta ya que era hora de su medicina y algunos estudios, el joven Sasuke volvió a utilizar el Jutsu de transformación para salir a tomar el almuerzo con la pelirosa ambos pasaron a ver a los gemelos que estaban jugando con otros niños dentro de la guardería, el azabache miraba algo interesado el respeto que había obtenido su ex compañera. Ambos se sentaron en un pequeño restauran a algunas calle a la izquierda del hospital miraba en silencio al mujer frente a el de mirada jade que disfrutaba de un Sukiyaki, mientras el comía desinteresadamente bolas de arroz. 

-Qué pasa Sasuke-kun- musito algo sonrojada la ojijade.

-Hmp...no es nada- musito el pelinegro desviando la mirada.

Después de esa pequeña charla si se podía llamar charla siguieron comiendo al terminar ambos regresaron a la oficina de la pelirosa debido a que debía revisar algunos documentos ya habían hablado que al dar las 7 de la tarde el pelinegro se marcharía con ambos infantes a la residencia Uchiha ya que la pelirosa debía quedarse a su turno de noche y que saldría después de medianoche. El pelinegro miraba serio como la mujer frente a el leía y firmaba documentos que ni el entendía el sol comenzaba a esconderse dando hermosos colores anaranjados al cielo de Konoha, la pelirosa de vez en cuando apartaba la mirada de la fila de hojas sobre su escritorio y se estiraba y miraba discretamente a la versión joven de su amado esposo y sonreía ligeramente, el cielo ya pintaba más un azul algo oscuro revuelto con el matiz rojizo del atardecer era tranquila, ella se preguntaba mentalmente como estarían el resto de su familia que ahora se encontraba lejos de Konoha, regreso su mirada a los documentos.

<<<<<<<<<Continuara>>>>>>>>>