— Erick, tienes que hablar conmigo, por favor,
decirme algo. No puedes estar enojado conmigo
para siempre. – Christopher le rogó una vez más.

Erick todavía seguía sin hablar, sólo trató de mirar
al alrededor por Christopher y volvió a su
videojuego. El rostro de Christopher se torció en
una mirada de tristeza y confusión cuando Erick no
le hizo caso.

— Necesito un cigarrillo. – Murmuró Christopher,
tomando su paquete y su encendedor de la mesa y
corriendo por la puerta.

Me senté en silencio, con Erick durante unos
minutos, dando a Christopher la oportunidad de
enfriarse un poco. No traté de decirle nada a Erick,
porque sinceramente, estaba un poco enojada con
él. Christopher estaba trabajando muy duro para que
las cosas estuvieran bien entre ambos y Erick
estaba arrojándolo fuera totalmente.

Por último, no podía soportarlo más.

— Voy a ver cómo está. – le dije, parándome.

Erick asintió, realmente no le importaba si yo lo
dejaba de todos modos. Esto era lo que claramente
quería, estar solo. Si él no iba a aceptar la ayuda de
alguien, él no debería ofrecérsela.

Salí por la puerta trasera y casi golpeé a
Christopher, que estaba sentado justo en frente de
esta. Su cabeza se levantó en el segundo que salí y
se dio la vuelta. Había una mirada de esperanza en
su rostro, pero eso no me distrajo de ver las
lágrimas cayendo por sus mejillas.

— Eri-? Oh, hola Murphy – Christopher sorbió por la
nariz.

— Lo siento. – Me reí entre dientes. — Soy sólo yo

— Sólo tienes que ir adentro. – Christopher suspiró,
poniendo su cabeza en sus manos.

No le hice caso y me senté a su lado, dejando que
mi cabeza descansara en su hombro. El se puso
rígido ante mi repentina presencia, sin esperar que
yo me apoyara en él de esta manera.

— Estoy llorando, Murphy. No quieres sentarte aquí
y escucharme llorar. – Christopher negó con la
cabeza, intentando de nuevo que me fuera.

— Está bien. – le susurré.

— Fue un accidente, yo no quise hacerlo. Es por eso
que se llaman accidentes. – Christopher tosió. Se dio
por vencido y tiró su cigarrillo en el suelo frente a
él, viéndolo quemarse en el suelo.

— Dime lo que pasó. – No lo estaba presionando este
momento. Sabía lo que necesitaba, necesitaba
soltarlo todo. Y la única forma en que podía hacer
eso sería diciéndome exactamente lo que pasó esa
noche.

— Era tarde y estábamos borrachos y discutiendo
porque Kenzie había perdido su período y ya estaba
planeando tener un aborto y yo quería quedarme
con el bebé y comencé a gritarle y me desvié y
chocamos con otro coche. – Christopher explicó ,
con la voz que salía apenas por encima de un
susurro. — Me rompí tres costillas y necesitaba unos
pocos puntos de sutura, ella murió. ¿Hasta dónde
llegó eso? Salí con unos pocos golpes y arañazos y
Kenzie no salió en absoluto.

— ¿Estaba realmente embarazada? – Le pregunté en
voz baja. Sabía que Zabdiel había mencionado algo
acerca de eso antes y me estaba preguntando. En
silencio oré para que ella no lo estuviera, me
sentiría fatal si así hubiera sido.

Christopher asintió.

— No es tu culpa. – le susurré.

— Maté a mi novia, Murphy. He matado a una de las
únicas personas que he amado de verdad. Si
pudiera volver atrás... – La voz de Christopher se
rompió y empezó a sollozar aún más fuerte que
antes.

7:15  || C.V.&TÚWhere stories live. Discover now