Él cambiará mi mundo (Sonamy)

Capítulo 4 - Nuevo equipo

Narra Sonic

- Em... ¿chicos? Creo que Metal Sonic quiere matar a esa niña de allí. ¡Hay que salvarla, rápido! - Dije preocupándome ya que no siempre por la culpa de Eggman alguien sale lastimado. Fuimos corriendo hasta allí y intenté luchar contra Metal Sonic. Cuando le vencimos cogí a esa eriza rosa que casi temblaba de miedo y le dejé con cuidado de pie en un sitio seguro donde ya no le puedan lastimar. La miré por un segundo a ver si estaba completamente bien y al parecer que lo estaba, salí corriendo para ver a mis amigos. Era un día muy raro porque no siempre voy salvando a alguien, normalmente salvo la ciudad, no a la persona concreta. 

Narra Amy

A la mañana siguiente

Dios mío, no sé que pasó este día pero ¡era el mejor día de mi vida! Resulta, que este láser de color azul eléctrico que vi el otro día ¡era él! El que me salvó... parecía un príncipe mágico que salva a la princesa de un monstruo malvado. Se llama Sonic, ya me sé su nombre - Reí un poco de felicidad. - Me pregunto si lo podré ver otra vez...- estaba caminando por las colinas, que por cierto, en esta ciudad habían bastantes la verdad. Era una mañana tranquila no había nadie y me puse a jugar mis cartas que adivinan el futuro. Me preguntaba si volveré a ver a mi príncipe azul que tanto le amo. Mientras seguía jugando con las cartas, un avión rojo mas o menos de color rubí con líneas blancas en él, por el cielo azul claro pasó abajo mía formando una sombra muy grande en la zona donde yo estaba. Me puse a ver quién estaba allí y no me lo podía creer. Ese avión lo manejaba su mejor amigo, el zorro. Al lado suyo estaba el erizo rojo y arriba del todo, mi príncipe azul. Dios mío, no me lo podía creer. Les saludé pero no me vieron, algo un poco obvio porque no estaban mirando abajo pero lo aproveché a ver si alguien me ve. 

De la nada se me ocurrió una idea, me puse a seguirlos ya que estaban aterrizando. Cuando llegue al destino, estaban charlando al lado del avión. Sonic se giró y me vio. Les saludé con una sonrisa y corrí hacia ellos para estar más cerca. 

- Oh, hola. ¿que haces tú aquí? Eres la chica de ayer que salvé. - Dijo Sonic sorprendido.

- Sí, así es. Es que ayer me llamasteis mucha atención y quise saber más sobre vosotros. ¿Tú eres Sonic verdad? - le pregunté para no quedar en ridículo si me equivoco de nombre.

- Sí... lo soy. ¿Y tú eres...? - preguntándome.

- Amy Rose. - le interrumpí. - Pero llámame solo Amy todos me llaman así.

- Oh, ok... Qué lindo nombre. - dijo para no quedar en seco la oración. - Este es Tails. 

- ¿Y yo porque primero? - le preguntó el zorrito de dos colas a Sonic algo molesto.

- Anda Tails no seas así, parece maja. -Al acabar esta frase me miró a la cara y me sonrió un poco. En este momento me puse como un tomate. Para no pasar vergüenza, seguí con la conversación.

- ¿Y cómo se llama este erizo rojo delante tuyo? - De repente este se acercó hacia mí y me miró con una cara de enfado. 

- ¡¿COMO QUE ERIZO?! ¿tú me ves como un erizo? ¡Soy un equidna! - dijo casi gritando.

Vaya, al parecer era un equidna, no un erizo. Error mío. -  Lo siento, me equivoqué, ahora lo tendré en cuenta... 

El  equidna me miró con enfado pero me perdonó. Menos mal... ya le tenía miedo. Lo que ahora sé, es que se llama Knuckles. Los tres se sentaron en el avión pero les detuve. 

- ¿A dónde vais? - Les dije lo primero que se me ocurrió ya que no quería perder esta oportunidad.

- Pues, solo estábamos descansando. ¿Querías decir algo más? - me preguntó el erizo azul que tanto me gustaba. 

- ¿Puedo ir con vosotros? - los tres se me quedaron mirando como si fuera les dije que el planeta se va a explotar dentro de unos minutos. Se miraron cada uno y había una pausa de silencio por unos minutos. 

- Vale, ven Amy. - dijo Sonic. Casi grito de la emoción pero no lo hice. Me subí con ellos y mientras íbamos por el cielo azul claro nos pusimos a hablar y entré a su equipo como una heroína. Mi día en esta ciudad era más y más divertida.