Él cambiará mi mundo (Sonamy)

Capítulo 1 - El comienzo

Narra Amy

Aún recuerdo esta noche lluviosa en mi ciudad donde vivo... Creo que desde este momento comienza mi aventura. ¡Dios mío! Se me había olvidado presentarme... jajaj. Me llamo Amy, Amy Rose. Soy una eriza rosa muy amable. Lo que decía antes, voy a empezar esta historia desde ese día lluvioso que tanto hablaba. ¿Qué podría decir sobre este día? Era un día normal y tranquilo, yo tenía 9 años y era una niña que le encantaba descubrir nuevas cosas. Y claro, como todos los niños, me encantaba algo, y era la popularidad. Con todo esto creo que no queda claro de que estoy hablando... Bueno, me encantaba un chico que era un poco popular en mi planeta donde vivo. Se llamaba Sonic, Sonic the hedgehog. Es un erizo de color azul eléctrico, sus ojos eran de color esmeralda como los míos. Y como sé, le encanta la aventura. Es un gran héroe, siempre va salvando la ciudad y a las otras criaturas. Es algo normal si le ves por la calle o en algún otro sitio. Aunque lo dudo, su velocidad sónica es tan rápida que no creo que cuando pase por delante tuyo lo verás. A todo esto, él tenía 11 años, era 3 años más mayor que yo. Creo que estoy siendo un poco pesada describiendo gente que puede que no les interese a todos, como dice mi amiga Rouge. Tengo dos amigas, Rouge y Cream. Diría que Rouge no es una mujer muy fácil. No para de cambiar de opiniones o decir algo que no parece que es ella. Ella tiene 15 años de edad, mucha diferencia pero me gusta amigar con ella y la amo mucho. Y si decir algo sobre Cream, es mi mejor amiga. Tiene solo 3 añitos pero yo veo que ella será una persona muy maja y amable. Sí, ya no voy a ser pesada y de una vez empezaré esta historia. 

- Hola Amy! - dijo mi amiga Rouge mirándome como empaco las cosas en mi maleta.- Escucha, voy a extrañarte mucho... ay Dios, no sé cuando nos veremos la siguiente vez... no pensaba que todo esto pasaría tan rápido. 

Simplemente me quedo mirando a mi amiga con ojos de decepción en su rostro, pero no podía hacer nada, tenía que mudarme a Green Hills. - Bueno, me diste tu número de teléfono... así podemos hablar. - Nos quedamos calladas unos segundos las dos mirando en un punto fijo cada una. Suspiré profundamente y miré el reloj que estaba colgado en la pared. - Me parece que ya es tarde, mañana me levanto muy temprano. - le dije.

- Sí, lo sé. Ya vete a dormir. - Me empujó flojito con la mano y mientras me iba a mi habitación se me quedó mirando con una mano apoyada en su cintura. 

Me lavé los dientes y me fui a la cama. Me costó dormir pensando en el día de mañana, mi cabeza daba vueltas ¿qué pasará? pero lo logré, durmiéndome en el profundo sueño hasta que escuché mi despertador sonar.