NOCHE DE TERROR

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- Oigan chicas, vengan a ver lo que encontré-. Sin saber en qué momento, la rusa de ojos azules se había apartado llegando de algún lado.

- ¿Qué sucede?

- ¡Les va a encantar, siganme!- Con emoción que no se ocultó la de cabellera dorada las guió hasta una pared de hojas, atravesando la sin más, con inseguridad las otras tres mujeres se miraron, más continuaron; abriéndose paso a un lugar que a simple vista maravilla a a cualquiera, el espacio estaba limitado por árboles robustos, alrededor había arbustos con flores de varios colores, dejando en el centro un lago de tamaño considerable. La espina dorsal de la diosa se sacudió ante la escena sintiendo su cuerpo algo entumido, su cabeza dar vueltas, su visión volviéndose borrosa; parpadeando ante lo que la invadía, al volver a elevar sus párpados de nuevo estaba frente al lago, empero primeramente podía creer que seguía ahí, en cambio ninguna de las jóvenes estaba ahí, más tampoco el pegaso, está giró sobre su propio eje hallándose sola. Sin entrar en panico, Athena avanzó hacia la fuente de agua, esperando encontrar una respuesta, no obstante su andar se detuvo al sentir una mano posarse sobre su hombro, pero esta no se quedó ahí, descendiendo  a su muñeca; sosteniendose ahí con tacto, con sentimiento, uno que la dama pudo recibir de golpe, obteniendo algunas imagenes momentaneas en las que esa extremidad la rodean, como cuando te protegen, te acaricia como quién te consuela, se enlaza con la tuya como te apoya, te transmite su calor como quién te desea, el cuerpo absoluto de la diosa estaba paralizado, aún así esta intentó volver el rostro para conocer la identidad dell individuo y en un solo parpadeo vio de frente la mano de la rusa, notando que de nuevo se hallaba en la realidad.

- ¿Tanto te impacto la belleza de aquí?- Eri se permitió utilizar un tono de burla, que claramente Saori no notó ante su despavilamiento.

- No, es que estaba recordando algo-. La reencarnación tenía la piel más sensible que previamente a su "sueño", aunque corto, la había dejado inquieta, con muchas más dudas que antes.

- ¿Como que el fondo esta para una foto, no?- Shunrei se percibía maravillada, tomando su camara.

- Sí, seguro-. Entre puras afirmaciones las féminas se colocaron con una pose digna de un princesa agregando el flash.

De vuelta al campamento ambos grupos se reunieron con unos minutos de diferencia, todos aunque candsados charlaban de lo mucho que se habían divertido, de cada cosa imprersionante que había ocurrido, esto mientras aguardaban a iniciar con la cena, ya que practicamente la mañana y tarde se les había ido en eso.

- Pero les dije que se llevaran unos sandwiches para el camino, sino estarían muertos de hambre-. Miho soltó con superioridad.

- Nosotros también nos pusimos a comer al llegar a un acantilado-. Eri presumió esperando llevar sorpesa a los varones.

- Nosotros escalamos la pared de un acantilado-. Inesperadamente el peli azul continuó el juego- Empero casi se nos cae Shiryu.

- Tú tambien te resbalaste y de no ser por Shun, te llamabas-. Con un zape Seiya se encargó de callar al de cabellos negros, apreciando entonces las apariencias de las doncellas que reflejaban terror.

- Sus expresiones de terror me hacen pensar que por ser nuesdtras última noche, deberíamos contar historias de ultratumba-. Nuevamente el pato sentía que había contado otra de sus brillantes ideas, con las que algunos concordaban.

- ¡Si!- Kiki saltó repentinamente sobresaltando a los que estaban a sus costados.

- ¿Tú? ¿Contar historias de terror? Vas a tener pesadillas-. Ikki no tanteó el burlarse también del pelirrojo.

RECUERDOS DE UN SUEÑOWhere stories live. Discover now