¡UPPPS! parte 1

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Con el cerebro a medio funcionamiento pegaso podía sentir como alfo le quemaba desde el estomago hasta la cabeza, sus mejillas permanecían rojas, sus  manos extendidas a cada lado, incapaz de tocar a la diosa, el latido de su corazón pronto saldría por su boca.

-Sa,Sao,Saori-.Los marinos ojos de la nombrada elevaron en el masculino,percibiendo como su corazón pronto huiría-. Me, me estás abr...

Al notar la posición en la que se hallaban, la chica se apartó bruscamente, chocando contra una pareja que pasaba justo por detrás.

-¡Perdón, perdón, perdón!-Los cachetes de Saori lucían como tomates-. Disculpame Seiya.

-No hay problema, no tenía razón de tu temor a la pirotecnia-.La heredera se encogió de hombros, deseando que la Tierra se la tragara-.Es bueno saberlo, así tan siquiera te aviso si la veo-. Así de un instante a otro el pecho se la fémina se derritió por el interior, sonriendo inconscientemente-.Ya que todos nos dejaron, ¿a dónde quieres ir primero?-El castaño extendió su brazo para que la ojiazul lo tomara, evitando que se fueran separar.

-Siendo sincera le tengo miedo a estos sitios-.La vergüenza volvió a la diosa.

-Ok, propongo que veamos que hay y luego decidimos-. La joven asintió conmovida, entrelazando su brazo con el ajeno para comenzar el recorrido.

Si existiera una palabra para definir el parque, tendría que ser "colorido", ya que los letreros luminosos; banderines, dulces, juguetes, globos, comida,bebida, las personas, la vegetación que hacía ahí, todos como un sueño para los pequeños.

-Mira banderillas. ¿Quieres una?-El moreno metió su mano a su bolsillo.

-No es necesario que gastes en mi, yo estoy bien.

-Yo quiero hacerlo-. Saori negó avanzando, mirando a su alrededor curiosa, su respiración se cortó al ver un puesto con peluches; pequeños, grandes, osos, conejos, perros, gatos, pollos, parpadeó unas cuantas veces sin posibilidad de nada más, esto hasta que el rostro del castaño se apareció enfrente suyo, el chico tenía el ceño fruncido, guiando sus ojos de arriba a abajo, como buscando una respuesta a la actitud de su compañera-. ¿Te sientes bien Saori?-Los marinos ojos de la dama se desviaron para esconder el sonrojo.

-Estoy bien-. Posterior a aclararse la garganta la reencarnación contestó, todavía esquivando su vista.

-¿Viste los muñecos?¿Quieres uno?-Al colocarse detrás de la fémina ultilozando sus habilidades para determinar la causa del asombro de esta-.¿Lo quieres?-Pegaso insistió.

-No, no gastes.

-Igual vamos a ver-. Seiya se tomó el privilegio de enredar su brazo con el de la pelilila para llevarla hacia donde los peluches-.¡Mira Saori, Hyoga!

-¿Qué?-Por más que buscó, la ojiazul no encontró al rubio.

-Que diga, más bien un pato-.El caballero se rascó la cabeza ante su metida de pata-.¡Oh, un pulpo!

-La tortuga también está linda. ¡Que adorable perro!-Los ojos color chocolate se posaron sobre el can en las Palmas de la mujer, la adoración por el animal era evidente, sus labios formaron una sonrisa mientras el cachorro de schnauzer yacía con ella.

-¿Quieres que te lo compre?

-Realmente es muy tierno, pero no es indispensable-.Con todo y la negación de la pelilila, una gran cantidad de destellos aparecieron en sus ojos tomando cuánto muñeco podía, admirando cada figura; todos y cada uno de los juguetes le recordaban a su abuelo, pues cuando niña el señor Mitsumaza le obsequia a lo que pidiera, tenía su habitación repleta de maravillosos, tiernos y novedosos objetos para divertirse, aunque era bien cierto que en ocasiones le faltó con quién jugar.

RECUERDOS DE UN SUEÑOWhere stories live. Discover now