Morgana Barroca era una prodigio. Hija de unas de las pocas familias nobles del Imperio Moniyan, es una de las hechiceras más prestigiosas del reino. Desde los cinco años había entrenado en el arte de la esgrima y a los doce fue enviada a la Academi...
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Morgana y Aamon se mantuvieron impasibles, sonriendo cortésmente ante la multitud, cuando subieron al escenario. Los aplausos duraron unos minutos, y cuando estos cesaron, el joven habló:
-Estamos emocionados por este matrimonio. Creemos que formaremos una gran pareja y, en un futuro, una grandiosa familia. No puedo sentirme más afortunado por poder casarme con alguien como Morgana y creo no equivocarme cuando digo que ella piensa lo mismo. -la chica asintió ante lo último cuando la miraron.
La rubia no dijo nada al tener que mantener las apariencias por lo que solo sonrió y devolvió gustosa el beso de su novio. Ambos sonrieron mientras toda la sala aplaudía. Cuando la gente empezó a perder interés en ellos, bajaron y el albino le susurro en el oído:
-Por eso odio estas celebraciones. Demasiados aplausos y sonrisas falsas.-Morgana asintió de acuerdo.- Prefiero mil veces nuestras aventuras.-la pareja se sonrió como confidentes.
En un momento de la velada, el chico tuvo que alejarse con los nobles de la Quinta Casa, dejando a Morgana con Harley ya que Lesley y Gusion andaban en una esquina charlando y riendo juntos
-...y me encontré con los de Eruditio hace unas semanas...
-¿De verdad?
-Ajá. -los magos estaban charlando amenamente cuando tres jóvenes de su edad se acercaron. Morgana las reconoció aunque no las hubiese visto en años. Y suspiró. Mereiah Verex, segunda hija de la Tercera Casa; Carlinas de Saveliev, heredera de la Séptima Casa y Arriane Riell, cuarta hija de la Segunda Casa. Si no se equivocaba, la primera era una tiradora, la segunda una combatiente y la última una apoyo. La rubia compuso su mejor sonrisa falsa a la vez que su amigo bufaba e intentaba huir en vano antes de que Morgana le lanzase una mirada de "o te quedas o te mato ".
-Morgana, Harley. ¡Qué gusto en veros! Hace tanto que no asistiáis a un Baile de Invierno... Especialmente tú, Morgana. - dijo Mireia con un tono tan empalagoso que la Barroca tuvo ganas de rodar los ojos y quiso vomitar.
-Lo mismo digo, Mereiah, Carlina, Arriane. -asintió a cada una a la vez que Carlina también lo hacía de vuelta
-Y...¿qué tal tu compromiso? ¿Te sorprendiste cuando te lo contaron tus padres?-preguntó ávida Arriane. La hechicera supo de inmediato por qué esas víboras se habían acercado. Por eso, sonrió falsamente y respondió mientras Harley apretaba dientes al averiguar también la razón de su acercamiento.
-La verdad, al principio me sorprendí pero pude adaptarme rápidamente así que Aamon y yo somos una pareja feliz. -la rubia ni mintió. No hacía falta.
-¿Y dinos, tu prometido es como lo describen? -preguntó Mereiah. Morgana quiso fruncir el ceño, pero se obligó a sí misma a mantener la compostura.
-¿Cómo lo describen?-la joven se hizo la inocente y se acercó un poco a las tres chicas.
-Ya sabes... -rieron nerviosamente- Frío, cruel, despiadado, calculador... -Morgana asintió, solo para después hablar.