Capítulo I

473 45 7
                                    

||Bryan||

La alarma empieza a sonar despertándome así, son las 6:00 am.

Hoy es lunes, día de escuela.

¡GENIAL! (Nótese el sarcasmo).

Otro día en mi horrible vida.

No sé porque no he podido suicidarme, he intentado todo pero mi madre siempre llega en el momento en que estoy a punto de hacerlo.

"¿Por qué haces eso?"

"¿Por qué me quieres dejar sola?"

"¿Por qué quieres morir?"

Siempre es lo mismo.

Siempre pregunta lo mismo.

Siempre viene con sus pláticas de lo valiosa que es la vida.

Sólo nos tenemos el uno al otro.

Mi padre nos abandonó cuando yo apenas tenía seis años de edad.

Mi vida vale una reverenda mierda.

Prefiero morir a estar aquí, viendo como destruimos nuestro mundo, viviendo como me dañan física y mentalmente.

Pero tampoco me gustaría dejar sola a mi madre.

No puedo vivir así.

No sé qué hacer.

En la escuela me hacen bullying todo por ser un "cerebrito", un "cuatro ojos".

Ya no me visto con mis pantalones de colores ni mis coloridas camisas de manga larga ni zapatos formales ni mis moños, ahora visto con chaqueta negra, camisa negra, pantalones negros y tenis.

Intento verme rudo, que vean que no me importa que se aprovechen de mí, que no me importa los moretones que a diario aparecen en mi cuerpo después de que me golpean, que no me importa que se aprovechen de mí, sólo para que se cansen y me dejen en paz de una buena vez.

Pero no.

No cambian, siguen siendo las mismas bestias que han sido desde que me mude a esta ciudad, hace tres años.

No tengo amigos, los únicos que me hacen compañía son los libros.

Ellos son los únicos amigos que necesito.

No le puedo decir a mi madre sobre lo que sufro porque me han amenazado con matarnos y sé que son capaces de eso y mucho más.

No me preocupa que me maten, lo que me preocupa es que la maten a ella.

Todas las tardes me la paso encerrado en mi habitación leyendo, estudiando.

Nunca salgo a no ser que acompañe a mi madre al supermercado o vaya al dentista o al médico o para ir a la escuela, claro está.

Me levanto aún con sueño y me dirijo al baño para tomar una ducha antes del martirio de golpes a los que me tengo que enfrentar a diario.

Me deshago de mi pijama, enciendo la ducha y me meto en ella mientras corro la cortina para nadie me vea.

«Estas sólo, ¿quién te va a ver? » me reprendo a mí mismo.

Siento como el agua fría recorre mi cuerpo desnudo haciendo que respingue un poco.

Me colocó el shampoo sobre el cabello y lo masajeo; después esparzo jabón por todo mi cuerpo y hago muecas cada vez que, sin darme cuenta, me toco algún moretón o herida.

Procedo a deshacerme del jabón y shampoo con ayuda de la dulce agua fría.

Apago la ducha, tomo una toalla que está afuera de esta y seco mi cuerpo con ayuda de ella para después colocarla sobre mi cintura.

Ella por Él ~Bryan Mouque~ #ConcursoOreoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant