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James cumplió su palabra y le hizo juicio a su esposa, acusándola de desobediencia y falta de respeto, según lo que dicta la tradición.

El juicio fué sumamente escandaloso y estuvo en los periódicos por semanas, rezando: "Padres del niño que vivió en juicio por faltar la tradición" o "Madre del niño héroe despierta para rechazar a su esposo". Cada encabezado era más escandaloso que el anterior, además de ridículos.

Algunos artículos juraban que Lily Potter había sido poseída por el-que-no-debe-ser-nombrado y que quería destruir la infancia del niño héroe, incluso James permitió que entrevistaran a sus hijos, y estos no paraban de decir que su madre se había vuelto mala.

Todo esto pasaba mientras Lily residía en la mansión Prince, junto a Severus y Harry, ya que James se negaba a convivir con su esposa si ésta no firmaba un contrato vinculante.

Todo era un caos, la población mágica se dividió en dos, los que apoyaban a James y la tradición y los que apoyaban a Lily, algunos más extremistas que otros, puesto que muchos nacidos de muggles protestaban por la anulación de los matrimonios mágicos tradicionales y que solo se hiciera de manera legal y no mágica, para que así si se pudieran divorciar.

Al final el peso político superó a la opinión pública y Lily perdió el juicio. Se vió obligada a firmar un contrato vinculante donde debía obedecer en todo a James y no ir nunca en su contra, no podía contradecirlo en público y debía comportarse como toda una Lady de clase alta.

La pelirroja tuvo que dejar de inmediato la mansión Prince y volvió a vivir en la mansión Potter. Para su desgracia se dió cuenta que cuando intentaba corregir algún pensamiento de sus hijos sobre la maldad de Harry, como les había enseñado el padre de familia, nada salía de su boca, literalmente no podía decir nada contra lo que su esposo creía.

Desanimada, Lily rápidamente enfermó y se debilitó, sus únicos momentos de algo de alegría era cuando llegaba el momento de la visita de Harry, los fines de semana, aunque James trataba fatal a su hijo, ella por lo menos podía verlo y escucharlo hablar de su nueva vida y sobre Draco, sobretodo sobre Draco.

James, al estar en el ojo público empezó a dar bailes y celebraciones donde debía invitar a gente influyente, además de los miembros de la orden del fénix, por supuesto. Para encanto de Lily, que debía asistir a todas aunque se sintiera mal, los Malfoy siempre estaban en la lista de invitados y con ellos los Lestrange, aunque estos últimos nunca llevaban a Mirella, ya que querían protegerla del anciano come caramelos de limón. Aunque, la pelirroja no podía pasar mucho tiempo con ellos, por culpa de James, al menos podía verlos un poco.

Harry mejoró con el tiempo, aún era inseguro y desconfiado y tenía baja autoestima, pero con la ayuda de Severus creció de mejor manera. Físicamente era mucho más saludable y sus cicatrices se fueron desvaneciendo, gracias a una poción hecha por su nuevo padre, todas excepto la de su frente, que a veces se hinchaba y sangraba, para preocupación y disgusto del pocionista, quien no paraba de tratar de inventar una poción para que esto parara.

Mágicamente e intelectualmente, el de ojos verdes creció a pasos agigantados, tenía clases junto con Draco, aunque llevaba pociones básicas e ingredientes con Severus. Draco obviamente hizo un berrinche y pronto también se unió a esas clases.

Pero Harry superaba con creces al rubio, tenía talento natural para sentir su magia por lo que las clases le fueron mucho más fáciles, además que tenía más paciencia y adoraba leer, a diferencia de Draco que prefería estar volando en su escoba. No era como si a Harry no le gustara volar, pero prefería estar dentro leyendo un libro.

En eso se parecía y congeniaba más con Mirella, quien también prefería la calma de un buen libro en vez de los alocados juegos del único rubio entre los tres.

Un simple errorWhere stories live. Discover now