Un simple error

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Ha pasado ya casi un año desde que cierto pocionista se hizo padrino de Harry Potter y un año exacto desde que nació su primer ahijado, Draconis Lucius Malfoy cumplía un año ese día. Severus creía que el tiempo pasó muy rápido pero muy lento, entre sus deberes como mortífago, crear pociones para el señor tenebroso, espiar para la orden del fénix y visitar a sus dos ahijados, Snape casi no tenía tiempo para descansar. También estaba el hecho que cierto Señor Oscuro no sabía de la existencia del pequeño Draco y que este señor buscaba como maníaco a Harry, así que sus escudos de oclumancia eran constantemente presionados y llevados al límite, el otro secreto que tenía que guardar era la existencia de las gemelas Lestrange, ni Voldemort ni la orden sabían de su existencia, Bellatrix era muy sobreprotectora con sus bebés, él solo se enteró porque fué a visitar a Draco a la mansión Malfoy sin avisar y la mujer también estaba de visita, tuvo que hacer un voto de silencio porque la mujer no confiaba en él.

El día de hoy llevaría a Harry a conocer a Draco con permiso de Lily, a James no le importaba realmente ese hijo suyo, en un principio Lily quiso ir con sus dos hijos pero James se opuso, cuando Severus propuso solo llevar a su ahijado no pareció importarle, el hombre había avanzado de manera constante con su oclumancia, ya no tenía ganas asesinas de matar a su hijo pero tampoco lo trataba amorosamente, es más no lo trataba, parecía preferir ignorarlo, Lily estaba triste pero sabía que James se estaba esforzando y que realmente no era culpa suya así que lo dejaba pasar y cuidaba más de si hijo menor ya que Sirius mimaba a Xavier junto con James, era menos que antes gracias a la intervención de Remus pero igual lo mimaban, ahora lo extraño era que Sirius dijo que acompañaría a Severus, hace poco sus padres habían fallecido de pena según Sirius, ya que no sabían nada de Regulus y Sirius había vuelto con el hombre lobo, cosa que no les agradó para nada y según el animago canino tenía asuntos importantes que discutir con sus primas como cabeza de la familia Black, ya había hablado con Andromeda pero no había podido tener oportunidad con sus otras dos primas, así que este cumpleaños era su oportunidad, para esto él sabía de los niños de ambas hermanas ya que lo había visto en su árbol familiar; entonces Severus estaba en Godric's Hollow esperando que Lily terminara de alistar la bolsa para Harry y en un tenso silencio Sirius y el pocionista esperaban en la sala.

- Muy bien, todo lo que necesitas está en la bolsa Sev. Cualquier cosa mándame un patronus y no te olvides de decirle a Narcisa que me gustaría hablar con ella si?

- Si Lily, solo lo haz dicho, no sé unas cuarenta veces.

- ¡No seas sarcástico conmigo Severus Snape!

- Bien, dame a Harry y la bolsa.

- Aquí tienes, adiós bebé, hazte amigo del pequeño Dragón ¿sí?

- ¡Agón!

- Si bebé, Dragón

El pequeño bebé se reía risueño, se veía tan lindo, Sirius solo frunció el ceño y suspiró, no podía hacer nada con Harry, no es como si le quisiera hacerle daño como James, pero tampoco le agradaba que se juntara con serpientes, pero teniendo a una como figura paterna en Snape sabía que el niño ya estaba perdido, porque sí, lo reconocía, Severus Snape era más figura paterna que James al menos en cuanto a Harry se refería, sabía que no podía hacer nada al respecto pero no le gustaba, ahora tenía que ir a ver a sus primas menos favoritas e instarlas a hacerse la limpieza en gringotts incluso tal vez sería bueno que los niños también se sometieran al tratamiento, no sabía si los Malfoy o los Lestrange tenían también regalos de Lady magic pero eran medio Blacks así que algo de locura tendrían, lo más seguro es que no se notará aún, pero muy probablemente sí en el futuro y era su responsabilidad como actual cabeza de familia hacer que se purificaran, ya tenía las cartas del banco solo esperaba que le dejaran hablar.