Un simple error

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Lily nuevamente estaba furiosa, James no le dejaba ningún momento sola y no le dejaba escribir cartas sin preguntar para quién eran. Ella quería avisarle a Bella sobre el plan para raptar a sus hijas pero no podía si James estaba sobre su hombro en todo momento, era sumamente molesto.

- ¿Podrías dejarme sola un momento James?

- No puedo estar con mi querida esposa?

- Sí puedes, pero me estás empezando a hostigar, has estado pegado a mí todo el día, ¿no puedo estar sola por al menos 5 minutos? ¡ni siquiera me dejas ir al baño sola!

- ¡Es que estoy preocupado!, te engañaron y una de tus amigas que invitaste a la fiesta no era quien dijo ser!, qué le habrá pasado a la pobre?, seguro esa sucia mortífaga de Bellatrix la mató para hacerse pasar por ella y así espiarnos. Estoy vigilándote por si te hizo alguna compulsión o te hechizó de alguna manera!

- James... estoy bien, en serio, ni siquiera estamos seguros que era Bellatrix o si quiera que esas gemelas eran sus hijas...

- ¡Moody y el director están seguros que era ella!, de todos modos ¿por qué quieres estar sola? somos esposos y ahora no podemos salir de casa para no arriesgar las protecciones.

- ¿No sabes lo que es espacio personal? Te amo James, pero hay veces que me gusta estar sola, ya sabes, leer un buen libro en silencio...

- Eso es aburrido, ¡mejor vayamos a ver si Xavi ya despertó!

James cogió de la mano a su esposa y la guió hasta la habitación de los gemelos. Se fué directo a la cuna de Xavier que estaba atiborrada de peluches, ignorando olímpicamente los ojitos verdes de un ya bien despierto Harry.

Lily suspiró, pero al menos ya no le hacía caras desagradables a su bebé, ella fué donde Harry y lo levantó.

- Hola mi amor, ¿dormiste bien la siesta?

- ¡Mama!

Mientras tanto James cargó a un recién despierto Xavier quien, al oír a su hermano, volteó la cabecita y movió las manitos en dirección de su hermano.

- ¡Papa queyo Hali!

- ¿No quieres jugar conmigo mejor Xavi? ¡podrías volar en tu escoba!

- ¡¿Coba?! ¡queyo! ¡queyo!

- Bien, tranquilo campeón, vamos a la sala para jugar con tu escoba, quién sabe, ¡quizá esta vez si puedas atrapar a Croqui!

James llevó a su hijo a la sala, recogiendo por el camino la pequeña escoba de juguete. Harry, aún en brazos de su madre rió al escuchar hablar de Croqui.

- ¡Coco!

- ¿Quieres ir a buscar a Croqui?, bien, vamos a la sala, pero recuerda, nada de jalarle la cola al gato.

- No cola, shi

- ¡Muy bien!, eres un buen bebé.

Croqui era un gato bebé, naranja con blanco mitad kneazle mitad persa; James se lo había regalado a Lily en uno de sus aniversarios. Al ser mitad kneazle crecía y envejecía más lentamente que un gato normal, por lo que aún era un bebé, a este le gustaba jugar con Harry porque no le jalaba la cola y lo trataba bien, pero se alejaba de Xavier porque James le enseñó a jalarle la cola y las orejas y a hacer ruidos fuertes para asustar al pobre gato. El padre de la familia siempre se reía de esto por lo que Xavier lo tomó como si estuviera bien. Lily intentó corregir esto pero tanto James como Sirius celebraban esa actitud, diciendo que lo estaban entrenando como el mejor bromista, al menos su Harry se comportaba bien...