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La primera cita siempre será un recuerdo hermoso, gracioso, vergonzoso o el peor de todos

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La primera cita siempre será un recuerdo hermoso, gracioso, vergonzoso o el peor de todos.

Pero para Marcy, su primera cita fue hermosa, la mejor de todas. Y ahora, se sentía igual, sentía que en cualquier comento su corazón estallaria por lo nerviosa qué estaba.

Cuando vio a la rubia no pudo evitar sonreír y más aun cuando vio esa linda sonrisa.

—¿Esperaste mucho? Perdón por tardar, el tráfico es horrible.— Dijo la rubia, sentándose enfrente de la chica.

—No pasa nada Sashy.— Respondió con una sonrisa.— También acabo de llegar.

—Entonces ¿pedimos algo?

Asintió y minutos después pidieron sus ordenes.

El ambiente era agradable, no se sentía triste, ni incomodo ni pesado. Era tranquilo, cálido y agradable.

Sasha veía los movimientos de la menor que hacía al hablar, esa sonrisa al explicarle algo que no entendía sobre una serie de televisión y ver como la chica no se acaba la comida por estar hablando era algo que le fascinaba.

Que extrañaba.

Pero su corazón aun estaba herido, aun no se recuperaba, esa herida seguía abierta y aun que ya había aceptado qué fue su culpa en cierta parte.

Aun seguía el dolor en su pecho.

—¿En que piensas?— Sasha bajo la mirada ante la suavidad de la pregunta, pero su sonrisas jamás se borro de su rostro.

—En lo que ha pasado en estos últimos meses.— Respondió y Marcy sabia que en cualquier momento debía de hablar de ello.— Marcy... ¿Por qué no firmas los papeles? ¿Hay algo... qué te impide hacerlo?

La asiática suspiró, hacerlo una mueca y desviando la mirada de aquellos ojos azules. ¿Por qué no los firmaba? Esa pregunta ya había salido de la boca de Anne pero viniendo de la boca de Sasha era...

Mucho más doloroso.

—Sashy... yo se que cometí errores.— Respiro hondo, tratando de que su voz no se quebrara.— Y se que, a pesar de que no estuviste conmigo por tu trabajo... yo no tenia por que engañarte de esa manera. Cometí errores, ocultarte lo del... embarazo fue uno y el engañarte fue la mayor estupidez qué hice.

—Marcy... yo quiero pedirte perdón...— Sashs se atrevía a agarrar las manos ajenas, logrando qué la bajita se sonrojara por el tacto.— No debí dejarte sola y menos en una situación como la que pasaste, fui una idiota al no darme cuenta que... estabas sufriendo a mi lado.

Marcy apretó sus labios.

—Y... siento que esto nos puede ayudar, por favor Marcy, firma los papeles...

Su corazón dolió, dolió tanto que sintió como poco a poco se quebraba. ¿Para eso la había invitado a comer? ¿para que firmara esos papeles? Sus lágrimas aparecieron y separó sus manos de la rubia.

Tu misterioso "Alguien"Where stories live. Discover now