27.

465 59 6
                                    

E L E N A

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

E L E N A

──❀•❀──

EL RAZOR CREST se vio sumergido en la oscuridad absoluta. Me guie con mis manos para alcanzar a Din, hasta que toqué su armadura. Nunca me acostumbraría a ese frío que sentía cada vez que mis dedos se posaban sobre ella. Cuánto deseaba poder ver qué había bajo todo ese beskar. Era como si toda su armadura constituyera una especie de barrera entre nosotros dos, pero jamás lo obligaría a quitársela si no lo quería.

Había echado de menos este momento, esa sensación, la adrenalina que sentía al compartir un instante tan especial con él, al ser la única persona en este mundo en poder hacer esto. Procuré ir lo más despacio posible. Parecía como si hubiera estado esperando esto.

Deposité su casco sobre el suelo y pude escuchar su respiración pausada y profunda. Mis manos le acariciaron en primer lugar el cabello, pero me apresuré de ponerlas sobre su rostro, trazando cada parte de su cara con mis dedos. Olía a una mezcla de cuero y a algo que me hizo pensar en el bosque, combinando aspectos verdes y amaderados. Cómo había echado de menos hacer esto...

Apoyé mi frente contra la suya y sentí una fuerte conexión emocional. No había sido como antes; no se trataba de que pudiera ver sus recuerdos esta vez. Esto era diferente, un poco como si su corazón y el mío estuvieran en sintonía. Nos comprendíamos sin la necesidad de expresarlo.

—Hubo un momento de mi vida en el que no estaba... herida. Pero en un momento dado, algo me rompió. Y desde entonces no volví a ser la misma. Un trozo de mí desapareció. He estado esforzándome tanto por encontrar esa parte de mí de nuevo, pero por alguna razón no puedo. Llegó un punto en el que no podía ni plantearme la posibilidad de ser feliz otra vez. Si alguien entra en mi vida, estoy aterrada de que se vaya. Cuando algo bueno me pasa, me autosaboteo. No es mi intención hacerlo, pero tengo tanto, tanto miedo de volver a sentirme como antes. He construido una pared entre mí y el mundo, porque no quiero que me vuelvan a hacer daño. No quiero ser vulnerable.

Le seguí acariciando la mejilla con mis dedos mientras hablaba y sentí cómo se dejaba llevar por mi toque. Él merecía todo el afecto del mundo y mucho más. No había nada que no estaría dispuesta a hacer por él. Antepondría su vida a la mía sin dudarlo ni un momento, porque yo sabía que él haría exactamente lo mismo por mí. Éramos dos cuerpos pero compartíamos la misma alma.

—Se puede llegar a amar de nuevo, a ser feliz. No se consigue hasta tener la certeza de que buenas cosas pueden ocurrirte. Tú me has enseñado que a veces las cosas malas que suceden en nuestras vidas nos ponen directamente en el camino hacia mejores cosas que nos sucederán. La vida me puso ante ti, y es el mejor regalo que me ha podido hacer.

Me dio la impresión de que por un momento se había permitido olvidarlo todo: sus problemas, su deber y sus tormentos; que su mente solo vivía por nosotros y por este momento. Yo había estado a punto de quitarle el casco antes, de hacer que rompiera su Credo. No sabía qué me había impulsado a pensar en hacer tal cosa, pero Din ni siquiera me había detenido en ese momento. ¿Era eso lo que él quería? Era difícil saberlo.

Polvo de estrellas || The Mandalorian [Libro I]Where stories live. Discover now