8.

1.3K 142 16
                                    

──❀•❀──

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

──❀•❀─

A ELENA LE venían a menudo esas dos palabras en mente. ¿Por qué las personas se decían eso entre ellas? ¿A qué se referían con "querer"?

Se había vuelto a sentar en el suelo sobre todas las mantas que Din había puesto y acercó sus rodillas a su pecho, hasta que las envolvió con sus brazos. Esta posición era la más cómoda para ella y se sentía en seguridad.

Cuando miró al Mandaloriano, le volvieron a entrar unas ganas inexplicables de poder ver la expresión de su rostro. Quería ver sus ojos, sus labios, sus cejas, su barbilla, su pelo. La mirada de una persona era como el reflejo de su alma y decía más que cualquier palabra que saliera de su boca.

Din no sabía qué decirle. Él mismo ni siquiera estaba seguro de conocer la respuesta a esa pregunta. La expresión "te quiero" podía significar varias cosas y había tantos tipos de amor que no podía proporcionarle una respuesta.

Según una antigua cultura desaparecida hacía miles de años, el amor se podía clasificar en ocho tipos diferentes. Lo habían estudiado todo, desde hablar en público hasta los inicios en el universo. Y el amor era algo que también les había fascinado.

Habían llamado "ágape" a un amor incondicional, altruista y desinteresado. Pensaron que era bastante radical, quizás porque muy pocas personas parecían capaces de sentirlo a largo plazo.

Había un rasgo de la chica que le gustaba particularmente a Din, y era que no se sentía obligado a contestar a todas sus preguntas, y que a ella no le parecía importar aquello. Mando no destacaba por ser muy hablador, pero el hecho de que a Elena eso no le importara hizo que sintiera incluso algo más cariño hacia ella. Al principio se había apiadado de ella cuando había aceptado que se quedara con él, pero ahora realmente estaba comenzando a estimar a aquella chica que había olvidado su identidad.

Él no le había proporcionado ninguna respuesta a su pregunta, pero con el tiempo estaba segura de que encontraría la respuesta que estaba buscando. No podía ser tan difícil, después de todo.

Ella decidió entonces levantarse del suelo y salir fuera un rato. Era consciente de que el Mandaloriano probablemente deseaba estar unos instantes a solas, ya fuera para comer o simplemente porque le gustaba la tranquilidad. Cuando se disponía a salir, vio que la cabeza de Din se había movido en su dirección y la estaba mirando.

—No iré lejos. Me gustaría ver las estrellas —le aseguró ella—. No entraré hasta que me lo digas.

Elena se preguntaba cuándo había sido la última vez que él había comido. Probablemente cuando ella había estado durmiendo en la posada, pero ya había pasado un día entero desde aquello. No quería ser una carga de más y deseaba con avidez respetar sus convicciones.

Din entendió a qué se refería cuando le dijo que no entraría sin su permiso; estaba insinuando que podría quitarse el casco. Aquel atento pensamiento que ella tuvo le hizo sonreír, recordando cómo la amabilidad y calidez irradiaban de ella.

Polvo de estrellas || The Mandalorian [Libro I]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ