B [El Misterio Detrás De Un Asesinato]

Capítulo 21✔

Touche fou

Viernes 18 de septiembre...

Mi respiración era un desastre. La desesperación y el miedo invadían mi cuerpo. En mi mente solo rondaba una pregunta. ¿Ahora que hago? Mis instintos de supervivencia son una mierda.

—¿Quién eres? —repitió la pregunta sin dejar de sonar amenazante. Su voz era inconfundible para mí y por primera vez me sentí aliviada de escucharla. Esa maldita voz tan molesta y jodidamente atrayente.

Me lleno del valor que estoy segura no poseo e intento calmar mis nervios y responder a su pregunta. Pero no soy capaz de hacerlo, su mano continua sobre mi boca evitando que hable.

Ruedo los ojos e intento hablar una vez más, mi voz son murmullos que mueren en su mano. una vez se percata retira la mano y esta cambia hacia mi cuello haciendo presión en él.

—¿Qué haces tú aquí?

Contesto evadiendo su pregunta, lo hice más para molestarlo que por otra razón. Me molesta que por un instante me sentí aliviada de escuchar su voz. Sus manos tiemblan y me suelta rápidamente. No tardó mucho en reconocerme.

—¿Loquita?

Pregunta y me gira quedando de frente a él, soy incapaz de diferenciar su rostro con claridad, pero no hay duda, es él.

—¿Cómo? ¿Por qué estás aquí?¿Qué haces en el instituto de noche? ¿A ti también te escribió? —pregunta con brusquedad.

—Yo podría preguntarte lo mismo, ¿Qué haces aquí? Eres un idiota, grosero, homofóbico y agresivo, pero no considere que fueras tan estúpido como aceptar la invitación de un asesino ¿Tantas ganas tienes de morir?

Mierda, odio no tener filtro, pero mirémoslo desde otro punto de vista, ya estoy en problemas de todas formas un poco de sinceridad no va  cambiar nada.

—Si que te caigo bien —dice con desprecio y el sarcasmo no se hace esperar—¿De qué asesino estás hablando? Y lo más importante ¿Qué haces asechándome y corriendo en medio de la noche como maniática, responde ¿fuiste tu verdad, tu hiciste esto? Debí imaginar que eras tú, ¿dónde está?, devuélvemelo. Esto no tiene gracia.

Exige saber y bufo molesta sin poder evitar la sonrisa de superioridad que se forma en mis labios.

—¿Qué te devuelva qué? ¿De qué hablas? No te estoy asechando, no eres más que un imbécil por el cual no movería ni un solo dedo—me quejo soltándome de su agarre.

—No tengo tu tiempo loquita y mucho menos paciencia, así que no me provoques.

—La persona con la que te quedaste de ver, es el que asesino a la profesora Mitchell y Jessica. Eres un estúpido. ¿Cómo se te ocurre venir a la escuela de noche? ¿Es que tu no ves pelis de miedo o qué?