Eres mi constelación - Chanlix - SKZ

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Felix

Las mañanas ya no me parecían lindas hasta hoy...

- Buenos días, Fefi.

- Buenos días... - reí.

- ¿Qué te causa risa?

- Cada que despertamos juntos me pregunto cómo es que te ves tan bien aún recién levantado, yo normalmente tengo lagañas y saliva.

- Mmm... no lo sé, tal vez es genética.

- ¡Guau guau! Que hermoso ego.

- A mis ojos eres la persona más linda que he conocido aún si despiertas con lagañas y saliva - Se acercó a mi oído - Te amo tanto de esa forma.

- Yo también lo hago.

- Por cierto...

- No me espantes.

- Tranquilo, sólo quería saber... ¿hablaremos con mis padres?

- La última vez que vi a tu padre parecía que quería sacarme los órganos y pisotearlos.

- ¿La última vez?

- Cuando estabas enfermo en Sidney te visité pero tu padre no me  permitió verte... el estaba muy decepcionado, no me imagino como sería verlo a los ojos ahora y mucho menos saber lo que pasará cuando me vea tu madre.

- Ellos no te odian, simplemente reaccionan de esa forma por que vieron a su hijo sufrir. Tus padres habrían hecho lo mismo.

- Mi padre claro que si - reí un poco.

- No te matarán pero te darán un sermón.

- No sería la primera vez que me regaña tu madre pero aún así...

- Arreglate, vamos a tomar el té con la familia.

- Channie...

- Anda, date una ducha.

Tenía miedo de la reacción de sus padres, aún así decidí tomar una ducha y ponerme algo bonito. Channie por su parte también se había duchado y tomó de mi ropa, le quedaba justa pero se le veía de maravilla.

- ¿Qué hicimos anoche? - pregunté.

- ¿De qué hablas? Tuvimos...

- Eso lo sé, es que... tengo marcas por todo mi cuerpo y me duele... el trasero.

Chris comenzó a reír a carcajadas hasta quedarse con aire y yo me avergonce un poco debido a la situación.

- Cariño, ayer parecias disfrutarlo.

- Lo disfrute, es sólo que tengo varias aquí - alce la cabeza dejando a la vista las tres marcas rojizas - Esto es un problema si vamos con tus padres.

- Nada que con maquillaje no se arregle.

- Y si mejor esperamos a que se borren y después...

- Deja de posponer las cosas, pequeño.

Channie abrió una de mis maletas y sacó la cosmetiquera de ella, puso un poco de base y polvo para sellar muy bien.

- No lo pospongo... es sólo que tengo miedo.

Chris tomó mi mano y salimos del departamento, cuando subimos al auto el tenía una sonrisa en el rostro mientras que yo moría de los nervios.