21

152 16 3
                                    

Felix

Estudiar en Corea... estábamos hablando del lugar en donde pase los dos peores años de mi vida, ¿dos? Si así es dos años ya que el tercero aunque fue bastante duro y con experiencias horribles que de mi mente no se irán fácil o que simplemente ahí de quedarán, conocí a esa persona... Channie.
Channie, el hombre que se ha quedado conmigo en las buenas y las malas a pesar de cualquier cosa, me espero mucho tiempo y sabe darme un lugar dentro de su vida cotidiana, se enfoca en mi, en que es lo que quiero, necesito y que en tan poco tiempo sabe leerme muy bien.

Una vez mi madre me dijo que un día puede ser malo durante horas y horas que parecerán interminables pero que quizás al final del día ocurra algo bueno que cambie la perspectiva de todo y que quizás hasta se vuelva tu día favorito. Ahora entiendo todo.

- Cariño... - habló Channie trayendome de regreso a la conversación.

- Perdón cariño estaba en otra parte... yo... bueno... - iba a proseguir hablando sin embargo se escuchó el timbre del departamento, vaya excusa - yo iré.

Me levanté de la cama y fue hacia la puerta, una vez abriendo la señora encargada de los departamentos me sonrió amablemente y me entregó copias de llaves por si acaso, agradecí y terminó yéndose, cuando regrese a la habitación Channie estaba dormido tan profundamente.

Su frente, nariz, ojos, boca... todo era perfecto a simple vista y si te acercabas era aún más fascinante lo perfecto que es, sus manos acunando su rostro lo hacía ver aún más angelical. Por mi rostro cayeron lágrimas que trate de retener.

¿Qué es lo que debería hacer?

Entre tantas preguntas mi cerebro quede torpemente cansado y me enfoque en dormir a su lado.

                           Christopher

¿Por qué me tienen que pasar este tipo
de cosas a mi?

Al despertar sólo vi una pequeña nota a mi lado, letras tan dolorosas...

"Odiame pero no puedo seguir más aquí"

Mi corazón latio de forma tan lenta como si poco a poco se estuviera muriendo, el calor del departamento se agotó y se hizo presente aquel frío que hacía temblar mis piernas y dientes sin detenerse un segundo. Aun sin importarme nada me levanté de la cama y sintiendo mis ojos llenos de lágrimas y mis mejillas escurrir de ellas corrí fuera del departamento en busca de aquel chico pecoso que había llegado a mi vida o más bien que yo había llegado a su vida de forma tan especial, pasaba por paradas de autobuses, tiendas y entre la gente que iba a trabajar o al Instituto.

Eres mi constelación - Chanlix - SKZUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum