Capítulo 53

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Jungkook observó a sus acompañantes.  Aparte de Jimin, Demonio, Felicia y Jonás,  estaban su caballerizo, Lady Lee y dos vecinos más.

- Entraremos todos juntos, somos bastantes para que Lucas se sienta intimidado y no intenté pasarse de listo, aunque no tantos como para darle pánico. Otra cosa, si van a venir con nosotros deben actuar exactamente como yo les diga a estas alturas lo más importante es que Lucas salga de la mansión sin que la institutriz de  Jimin, ni nadie salga herido.  Nada de heroísmos ¿de acuerdo?

Todos asintieron.

Al final Jungkook miró a Jimin.

- Nunca haría nada que pusiera en riesgo a tu institutriz, la señorita Dulce.

- Lo sé, no tienes que decirlo- jungkook le tomó la mano y lo miró  a los ojos-  vamos allá.

Al  llegar al estanque de patos,  vieron a Min-ho entre los árboles. El caballerizo le indicó que se acercara.

-  La señorita Dulce está dentro de la casa-  musitó Min-ho- y el párroco también.

- Sí- asintió Jungkook- ven con nosotros,  vamos a aclarar esta situación.

Jungkook abrió la verja y tomó el sendero principal.

- ¡Alto!- Jungkook se detuvo y los demás lo imitaron.

La silueta de Lucas, apenas visible en la penumbra de la entrada, agarraba por uno de sus brazos a la institutriz de Jimin. La mujer se percibía debido al colorido vestido que usaba. También advirtieron el destello de un cuchillo.

- ¿Lo ven?- dijo Lucas.

- Sí - Jungkook no preciso añadir nada más. Con el tono de su voz le bastaba.

- Si  hacen exactamente lo que les diga no le pasara nada a ella.

- Así lo haremos- afirmó con calma Jungkook- ¿qué quieres?

- Entren uno a uno, despacio, en fila india.

Jimin agarró el faldón de la chaqueta de Jungkook y se negó a soltarlo.  Torciendo el gesto, Demonio se colocó detrás de él.  Todos subieron detrás de Jungkook y entraron al vestíbulo de la mansión.

- ¡Quietos!

Pestañearon deslumbrados, luego Jimin enfocó la mirada en Dulce, su institutriz.  Su vieja institutriz tenía los ojos como platos y la tez pálida.  Lucas la sujetaba por los hombros delante de él y en la otra mano empuñaba un cuchillo de aspecto escalofriante.

Un gruñido atrajo las miradas.  El párroco yacía boca abajo junto a la escalera tratando de apoyarse en un codo, con un hilo de sangre corriendo por la barbilla. Algunos hicieron ademán de acudir a socorrerlo.

- ¡Quietos!-  volvió a gritar  Lucas.Todos se quedaron petrificados al oír la orden- tú Min-ho- dijo Lucas - ayuda a ese cura entrometido.

Min-ho se apresuró a obedecer y trató de incorporar al cura. Con un bufido Jonás lanzó una mirada de desafío a Lucas y abandonó la fila para ir junto al párroco.

-  Min-ho no puede solo- le dijo Jonás.

- De acuerdo-  concedió Lucas-  sólo para ponerlo de pie y traerlo con los demás.

Lucas retrocedió hasta situarse casi pegado a la pared a la derecha de la puerta del salón.

- Entren- Lucas señaló con la cabeza-  en fila y despacio-  apretó el cuchillo contra el cuello de Dulce- no les conviene ponerme nervioso.

- No-  le dio la razón Jungkook- no nos conviene.

- Colóquense delante de la pared de las estanterías enfrente de las ventanas.

 Educando un Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora