Capítulo 34

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-Ya basta- dijo Jungkook y lo tomó por las caderas. Sí seguía tocándolo no duraría ni tres segundos.

Levantando a Jimin lo colocó en el borde de la mesa. Jimin se agarró a sus hombros, pues apenas había quedado apoyado.  Lo embargó un regocijo desbocado,  sin embargo no quería perder la noción de las cosas todavía.  Le quedaba mucho por ver,  quería comprenderlo todo.  Aspiró con afán antes de preguntar.

- ¿Cómo lo haremos?- a Jimin la posición le parecía  extraña.

El Alfa lo miró a los ojos y Jimin percibió la lucha interna que libraba para contener sus ansias y mantenerse bajo control,  así que respiró hondo e inclinó la cabeza hincando los dedos en sus hombros y se dispuso a aguardar.

Jungkook le levantó las caderas y le deslizó los pantalones y su ropa interior hacia abajo sacándoselos. Jimin bajó la vista y se ruborizó al ver los suaves rizos que rodeaban su propio miembro y se ruborizó.  El Alfa rodeando con las manos los desnudos muslos,  le abrió las piernas y se encajó entre ellas.  Él ya se había deshecho de sus pantalones.  Jimin no podía mantener sus manos quietas  y le recorrió  el pecho y siguió descendiendo hasta envolver el ardiente miembro del Alfa.

Jungkook lo agarró por la muñeca para disuadirlo y tomándolo por las caderas lo desplazó hasta el borde de la mesa y luego se acercó.  Jimin contuvo la respiración inclinándose un poco hacia atrás.

-  Mira-  Jimin así lo hizo y Jungkook reparó  en la absoluta concentración de su semblante mientras él presionaba su miembro rozándolo con el suyo en una sensual y erótica caricia,  luego lo deslizó más abajo,  hasta rozar su  entrada lubricada,  dejó qué jimin sintiera la presión del glande antes de deslizarse apenas unos centímetros en su interior,  fue una suave embestida,  sólo lo suficiente para que el Omega lo sintiera  y se acostumbrará a su tamaño en esta posición.

Jimin  contuvo el aliento estremecido y se puso en tensión.  Jungkook  aguardó a que se relajara y le susurro al oído.

- No te va a doler... esta vez no dolerá, nunca más.

Tomando sus muslos lo instó a que rodeará con sus piernas sus caderas . El Alfa poseía un grado de control excepcional,  pero el Omega era excepcionalmente fogoso,  lo que lo ponía en constante aprietos.

-  Cuando te hayas relajado entraré del todo- le dijo Jungkook- ya sabes que cabe.

- Sí, lo sé-  repuso Jimin con la respiración entrecortada y sus manos apoyadas en la mesa como garras.

Jungkook notó como se aflojaba un poco y dejaba de estrangularle el glande.  Por fin estaba receptivo. 

Despacio, muy despacio empezó a penetrarlo.  Con la cabeza inclinada,  Jimin observó como se introducía hasta el fondo y se estremeció ante tal visión. Jungkook afianzó el agarré de sus manos en sus caderas y retrocedió. 

Como el Omega seguía mirando, salió y volvió a entrar.  Jimin observó como lo penetraba dos veces más,  hasta que jadeante se dejó ir,  colgándose de sus hombros. Totalmente envuelto en esta bruma de placer, se levantó  y subió súbitamente la cabeza,  atrapando los  labios del Alfa con un beso,  y se abandonó ávido,  pegándose a él con cada embestida.

Los duros pezones de ambos se rozaron provocando mayores sensaciones.

- Aférrate más firme a mis caderas- le susurro Jungkook con su respiración acelerada.

Jimin obedeció y después enlazó los brazos por encima de sus hombros.  Jungkook lo sostenía por las nalgas mientras lo embestía,  cada vez con mayor ímpetu, con más ganas. Jimin se aferraba a él bañado en sudor.  El ardor en su zona baja era tan exquisito, tan candente, que tenía sus sentidos reducidos a cenizas. Podía sentir el roce de sus pechos, de los pezones inflamados y duros,  de su miembro en el abdomen frotándose deliciosamente con cada embestida, mientras el Alfa salía y entraba tocando un punto dentro de él que lo hacía enloquecer.

 Educando un Omega حيث تعيش القصص. اكتشف الآن