Epilogo

317 28 24
                                    

1 año después

Acomodo mi mochila y salgo de clases.
Escucho burlas por todos lados, pero no importa, al menos hoy es mi último día aquí.

Casi nada ha cambiado este último año;

Miranda: es mi mejor amiga aún, no quiso venir hoy a clases porque ''es el último día de clases, ¿para que ir?''
Alex: Miranda no me quiso hablar de él, aunque yo le insistiera... así que no volví a saber de él.
Erick: lo ignoro lo más que puedo, aunque siga tratando de hablarme, no es facil.
Sebastián: de ese psicópata no volví a saber nada y espero no hacerlo más.
Angie: ella se fue a vivir a Monte Carlo, tampoco sé nada de ella.
Allan: sigue de novio con mi hermana... nada de otro mundo.
Los chicos: ellos tampoco quieren decirme nada de Alex y lo entiendo.

Las burlas volvieron, Celeste volvió... pero ahora nada me importa, no me importan los estúpidos insultos.

-¡Rarita!- escucho detrás de mí.
-No molestes Celeste- digo y sigo caminando.
-¡¿Adónde crees que vas cancerosa?!- dice empujándome, haciendo que caiga al suelo.
-Celeste, no hace falta que hagas esto- dice Erick.
-Oh, claro que hace falta amor.

Pequeño detalle que olvide comentar, el maravilloso de mi ex, se ha hecho novio de la plástica, tampoco nada de otro mundo, era de esperarse.

-No, claro que no.
-Tranquilo- digo levantándome- No hace falta que me ''defiendas''- agrego haciendo las comillas con mis dedos.
-¿Quién te está defendiendo? Nadie defiende a las chicas que están podridas por dentro.

Al decir esto no puedo evitar reír a carcajadas.

-¿Qué? ¿Andas de payasita?
-No- respondo fulminándola con la mirada- Es solo que me da gracia lo inútil que eres. Hace un año te atreviste a dejarme en paz porque te diste cuenta de que ya no era tu juguetito, pero el hecho de que sea sobreviviente no me hace ser la misma chica de antes, aún sigo siendo la Rachell del año pasado, pero más fuerte... así que busca una nueva víctima, para eso eres perfecta, ¿no? Inmadura.

Todos los presentes dicen ''oh'' al mismo tiempo y me arrepiento por lo que he dicho. Celeste pone sus ojos en blanco, así que decido marcharme.

-Rachell- dice Erick a mi lado.
-No tengo tiempo- respondo y salgo del colegio.

Extraño sus besos, lo admito, pero no puedo dejar que juegue conmigo de esa manera. Siempre llega alguien que te hace sentir en las nubes, pero te defrauda y entonces llega ese momento en el que decides ya no sentir nada por nadie nunca, a dejar de ser tan frágil, a dejar de demostrar tus sentimientos. Ese momento en el que te vuelves una persona fría y entonces ya no hay vuelta atrás.

Veo el auto de Amanda en el parqueo; si, le regalaron un auto... aun espero el mío.

Me dirijo a él y Amanda de acerca también.

-¿Me llevas?- pregunto
-Claro, sube- responde

Entro en el asiento del copiloto y ella enciende el motor.
Durante todo el camino tatareamos canciones y reímos por cosas tontas.

-Libres al fin- menciona parqueando su auto.
-Ni que lo digas- rio

Salgo del auto y mi madre se acerca emocionada.

-¿Qué pasa mamá?- pregunta Amanda.
-Cariño, ha llegado esto para ti- dice entregándome un sobre.

Lo tomo indecisa; lo abro y mis ojos se ponen como platos al ver el logo que está en la esquina de la carta; Princeton University.

Leo cuidadosamente cada palabra y grito de emoción al leer lo que dice al final.

''La señorita Rachell Smith, ha sido admitida en la Universidad de Princeton, la esperamos en 2 semanas''

Miro a mi madre con una amplia sonrisa en mi rostro.

-¿Qué pasa?- preguntan las dos al mismo tiempo.
-¡Me aceptaron!- sonrió

Comenzar de nuevo♡Where stories live. Discover now