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Capitulo 66

-¡Sedante!- escucho una voz agitada.

Un dolor punzante recorre todo mi cuerpo, no sé qué pasa.

-¡Enfermera!
-¡Estoy en eso!
-¡Rápido, perdemos mucha sangre!

Cada vez se escuchan más voces, una después de otra, pero se van apagando poco a poco.

-¿Rachell?- escucho

Un escalofrió recorre todo mi cuerpo e inmediatamente abro los ojos.

-¿Abuela?

Y si, allí esta ella, con una amplia sonrisa en su rostro.

-Hola mi niña.

Mis ojos se llenan de lágrimas al escucharla decir eso.

-Cuanto te extraño- menciono y la abrazo.
-Y yo a ti cielo- responde

Miro todo a mi alrededor y no veo nada aparte de una pequeña ventanilla, en una de las paredes color blanco pálido.

-¿Dónde estoy?- pregunto separándome.
-Tomemos esto como un sueño, quiero que mires algo.

Ella camina hacia la pequeña ventanilla y me hace señas para seguirla. Mientras nos acercamos, empiezo a sentir peso en todo mi cuerpo, pero no le doy importancia.

-Mira- dice

Observo a través del vidrio varias personas corriendo de un lado a otro, alrededor de una persona.

-¿Soy yo?- pregunto y la miro.
-Si- responde- En este momento puedes decidir.
-¿Qué?- pregunto confundida.
-¿Qué deseas en este preciso instante?

Frunzo el ceño, realmente no entiendo nada, todo cada vez es más confuso, además no puedo ser yo... yo tengo cabello.

-Espera, esa no soy yo, ¿Por qué estoy aquí contigo?
-Eres tú- responde con seguridad- Y en este momento te doy la oportunidad de decidir tu futuro.

Miro mis manos, ¿mi futuro?

-¿Cuáles son mis opciones?
-Quedarte o marcharte.
-¿Puedo irme contigo?- pregunto automáticamente.
-Si así lo deseas- sonríe de lado.

Miro nuevamente a través de la ventanilla y esta vez veo mi rostro, pálido y sin vida.
¿Puedo dejar este mundo? ¿Así nada más? Hace poco tiempo habría decidido hacerlo sin pensarlo dos veces, pero ahora no estoy segura de lo que quiero.

Siento que no puedo respirar, como si estuviera reteniendo el aire. Me apoyo en la pared y observo a mi abuela.

-Se exactamente lo que deseas- menciona

No puedo siquiera responder, es como si estuvieran rodeando mi cuello con una soga y tiraran de ella fuertemente.

-¡Abuela!- digo sin aire.
-Adiós mi niña.

Mis ojos se llenan de lágrimas y caigo al suelo.

*****

Escucho el aparato de mi ritmo cardiaco y siento un gran dolor en mi cabeza.

Abro los ojos y observo todo, es la sala del hospital, pero juro haber estado en otro lugar hace apenas unos segundos.

-Hola Rachell- dice una mujer entrando a la sala- ¿Cómo te sientes?
-¿Qué me ha pasado?- pregunto
-Ha habido unas pequeñas complicaciones en la cirugía.

Ahora lo recuerdo todo.

-¿Complicaciones?
-No han podido extraerte mucho- responde- Ahora tendrás que someterte a mas sesiones de quimioterapia.
-Es doloroso, ¿no?- pregunto mirando mis manos- Digo, el tratamiento.
-Te seré sincera, lo es, pero valdrá la pena.

Cierro los ojos por un momento y me pongo a pensar en lo que ha dicho mi abuela antes, en lo que me ha ofrecido... pude haber salido de todo esto, pude terminar de una vez con todo, ¿Por qué no lo hice?

-Me voy- menciona- Si necesitas algo, presiona el botón rojo a tu derecha.

Dicho esto se marcha.
Bien Rachell, ya no tienes esa opción, solo tienes una; luchar.

-Promete que saldrás adelante- me digo a mi misma.
-Lo prometo- susurro para mí.