Capitulo 27

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¡Dios! No aguanto, este dolor es horrible, no se porqué no estoy muerta... no pensé que llegara a sobrevivir a algo así.
Pienso que salve a Alex, lo salve y no sé porqué lo hice; ¿por amistad? O...

El dolor aparece nuevamente y peor, es punzante, no me deja mover ninguna parte del cuerpo y siento que ya ni pensar claramente puedo.
Escucho a Miranda que esta llorando a mis pies y muy lejos escucho una ambulancia.

Abro un poco los ojos, ya que el dolor me impide abrirlos bien, y miro mucha sangre en la arena... me estoy desangrando.

Necesito gritar, siento que con hacerlo el dolor se irá, pero no puedo, no puedo hacer nada.
Miro de reojo a mi izquierda y miro a Alex discutiendo con un chico, casi de mi tamaño... juraría que es... no, no puede ser.

El dolor es peor y ya todo se esa volviendo confuso (tal vez por la gran perdida de sangre que tengo) y el grito surge; un grito ahogado, casi sin voz, sin aire, un grito sin alma. Un grito con el cual deseo despertar de un horrible sueño, pero no. Un grito de esos con los que deseas sacar todo, acabar con todo...

Alex pone su atención sobre mi y mis ojos se cierran de nuevo, pero ya la ambulancia esta acá.

-¿Qué paso?- pregunta una voz masculina y adulta.
-Yo... yo no lo sé, todo fue muy rápido- responde Miranda mientras sorbe su nariz- Salvela, por favor.

Siento que unas manos envuelven mis piernas y que otras envuelven mis brazos. Me levantan y el dolor me hace gemir, me arrecuestan a una camilla y me suben a la parte trasera de la ambulancia y me ponen una mascarilla que tapa mi nariz y boca. Respirar se me hace más fácil ahora.

*****

Abro los ojos de golpe, no puedo respirar, no puedo...
Agarro lo primero que encuentro al lado de la camilla y es una mano, una mano cálida, una que parece de... ¿Erick?
Aprieto su mano con toda mi fuerza, con intención de que me ayude.

-¡Doctor!- grita él
-Bien, Rachell, tranquilizate- dice él parámedico de cabello azabache y canas, las arrugas de su cara delatan que es un hombre mayor; ¿Que me tranquilize?...

No pienso mas y tomo bocanadas de aire.

-Pondre un poco de anestesía en la herida, sentiras dolor, pero te ayudará.

Él envuelve un pañito blanco en una pequeña botella y pone una boquita de spray en ella. Revuelve un poco y me pone la anestesía.

Me revuelco un poco, pero Erick me sostiene y a los segundos el dolor disminuye.

-¿Qué haces aquí?- pregunto con voz desierta y espero que la mascarilla lo deje entender.
-Es una larga historia- responde- Lo que importa ahora es que resistas ¿de acuerdo? No me puedes dejar así- dice mirando sus manos.
-Gracias...- es lo único que sale de mi boca, realmente le agradezco que este acá, conmigo.

La ambulancia frena bruscamente y el parámedico abre la puerta. Allí hay varias personas vestidas de azul y las enfermeras con cabello recogido. Entre dos me bajan de la ambulancia y me dírijen a la entrada rodando la camilla a toda prisa.

-¡Alisten sala de cirugía!- gritan

Entramos al hospital y observo el monton de personas que estan al lado de mi camilla, me siento abrumada.

-¡Resiste Rachell!- grita Erick- Porfavor...

Escucho que abren una puerta y Erick se queda atrás.

-Eres una muchacha joven- dice una enfermera- Resistirás.

Yo no respondo. Colocan unos cables en mis manos y no sé que cosas más.

-Te pondremos una inyección que te dormirá- continúa- Se fuerte, has perdido demaciada sangre y estas debil, pero estoy segura que lo lograras... lograras resistir.

"Resistir" suena tan facil cuando lo dicen de esa manera. Una maquina empieza a sonar; la de mi ritmo cardiaco y mis ojos se cierran lentamente y pierdo el conocimiento.

Comenzar de nuevo♡Where stories live. Discover now