Un simple error

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Con esto dicho el maestro de pociones se fué, dejando a tres hombres preocupados y una bebé cada vez más hambrienta.

La noche pasó con muchas interrupciones, Mirella no paraba de llorar y, luego que Kingsley se fuera a su casa, ninguno de los dueños de la casa sabía cómo tratar con bebés.

Demasiado lento llegó la mañana y, dos hombres muy ojerosos y una niña recién dormida aparecieron en la mansión Malfoy a través del flú. Un elfo doméstico los recibió y fueron guiados a la sala más pequeña.

Una Narcissa Malfoy, también ojerosa, los recibió con molestia, molestia que se le pasó de inmediato al ver a su primo con su sobrina.

- ¡Sirius! ¿Cómo encontraste a las niñas?

- ¿Bellatrix está aquí? Necesito hablar con ella.

- Sí, la llamaré de inmediato.

Narcissa desapareció por la infinidad de corredores y al cabo de algunos minutos volvió con una Bellatrix de aspecto lamentable, ojerosa y despeinada y con una mirada de que se le había acabado el mundo. Pero la luz volvió a sus ojos cuando vió a la niña dormida en brazos de Sirius, solo para pasar a ardientes fuegos de enojo al ver al acompañante de su primo.

Como un huracán se acercó rápidamente y arrebató a su hija de los brazos de la cabeza de los Black, y empezó a gritar.

- ¡Asquerosa bestia! ¡¿Dónde está mi otra hija?!

- Tranquila prima, vas a despertar a Mirella y tuvo una noche intranquila...

- ¡Tú cállate! inmundo traidor de sangre...- A pesar de lo dicho, bajó el volumen de su voz.

- ¡Déjame explicarte!

Bellatrix miró con desconfianza a su primo menos favorito, pero necesitaba respuestas.

- Habla.

- Todo fué un plan orquestado por Dumbledore, este viejo desgraciado había lanzado hechizos de compulsión y nos había dado pociones de control, si no fuera por una poción de Snape jamás me habría dado cuenta, fuí al banco con mi esposo y nos hicimos una limpieza, pero no podíamos ir directamente en contra del viejo manipulador, por lo que buscamos aliados e ideamos un plan para rescatar a tus hijas luego de que fueran raptadas. Lamento decirte que el plan falló y solo pudimos salvar a Mirella, desconocemos el paradero de Belladonna, pero tenemos las últimas coordenadas de Ojoloco, ahí podemos empezar a buscar. Lo siento mucho y juro por mi magia que haré lo posible por encontrar a tu hija, al menos que algo de fuerza mayor me lo impida será mi prioridad.

La magia fluyó por la sala dando a entender que la ésta aceptaba el juramento.

Bellatrix estaba furiosa, pero inmediatamente pasó a estar desconsolada y agotada.

- Acepto tu juramento, más te vale encontrarla.

- Así será.

Las semanas siguientes pasaron a tener una rutina, Remus buscaba a Belladonna por las mañanas cuando Sirius trabajaba y, una vez que volvía, pasaban a buscarla juntos hasta las 6 de la tarde, hora que juntos iban a visitar a los Potter, Sirius trabajaba en la oclumancia de James y Remus se ponía al día con Lily, quien ya estaba al tanto del fallo del plan.

Lily formaba parte de la asociación contra Dumbledore, pero al estar en mayor peligro no podía ir a las reuniones.

A las 8 pm, Remus y Sirius se reunían con Lady Bonnes y Shack, y cada quien reportaba su avance en la búsqueda de la niña. Amelia desde los registros del ministerio y Kingsley patrullaba en las madrugadas. Ninguno tenía mucha información que aportar nunca. Era como si se la hubiera tragado la tierra.

Snape había logrado localizar y acorralar a Moody, pero al intentar ver en sus recuerdos se dió con la sorpresa de que lo habían obliviado, muy probablemente Dumbledore mismo lo habría hecho.

Los hermanos Lestrange buscaban solos, ya que Bella no quería separarse de Mir.

A veces Mirella parecía hablar con alguien invisible y cuando le preguntaban, siempre respondía que hablaba con Bell, ya que la extrañaba. Todo parecía apuntar que sí eran gemelas mágicas y que, debido al trauma de la separación forzada, su vínculo había crecido y podían comunicarse entre ellas. O eso querían pensar su familia porque la otra opción era que, a sus cortos año y medio, Mirella se había vuelto loca y sufría de alucinaciones.

De este modo pasaron los días, unos visitando a los Potter, otros cumpliendo misiones para el Lord Oscuro, Snape hacía las dos cosas, pero todos buscaban a Belladonna aunque sea una hora al día.

Nadie obtenía ningún resultado y la fecha siguió avanzando, era ya 30 de octubre, al día siguiente algunos celebraban Halloween, otros Samhain, pero todos esperaban el aumento de poder que recibían en esa fecha.

Todo el mundo mágico esperaba con ansias el día siguiente, incluído cierto señor oscuro que, por fin, había obtenido la ubicación de cierta familia de la luz y el posible niño de la profecía, pronto todo terminaría para algunos y comenzaría algo nuevo para otros.