Siempre pensó que estaría solo, conquistaría al universo, asesinaría a Freezer, por fin cobraría venganza, pero, las cosas cambiaron. En un gran juego del destino, Vegeta llegó a la tierra y conocío a Bulma y sin darse cuenta, estaba completamente e...
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Dejo salir un bufido, — habla, se nota en tu cara que te mueres por decirme algo. — prácticamente se lo ordeno a Trunks, su hijo quien era del futuro, se sentía imbécil por no haberlo adivinado antes, pero no había tiempo para recriminar.
Ambos estaban entrenando en la habitación del tiempo, pero ahora comían sentados en los escalones. Trunks abrio sus ojos sorprendido, — ¿como sabes eso? — pregunto confundido.
— Tienes gestos míos y de tu madre, es fácil leerte.
Él contrario suspiro, — mi madre no decía mucho sobre ti, no lo hacía porqué se ponia nostálgica, muchas veces la escuche llorar por ti. Aunque ella hizo la maquina de tiempo para evitar lo de los androides, también me dijo algo... — bajo su mirada, algo avergonzado.
Vegeta asintió, dándole a entender que continuara, así lo hizo; — me dijo que te preguntara, ¿quien es el Dios de la batalla y la justicia? — ante eso, ahora si se timbro el pelinegro, no esperaba esa pregunta.
— ¿Como?
— Ella solamente me dijo eso, no te recuerdo en mi tiempo, moriste cuando era un bebé, pero mamá dijo eso, que te lo preguntara, no tuve tiempo de hacerlo... — se justifico, al momento que bebía agua.
Él saiyajin suspiro, sabia que esa mujer lo había hecho a propósito, pero entendió, si todo salia bien, él entrenaría a su hijo, mientras que Trunks del futuro viviría en un mundo apocalíptico donde este ya no existia. — te lo diré apenas derrotemos a Cell.
— ¿De verdad? — pregunto confundido, su padre se había portado muy frio delante de todos con él y ahora estaba relajado. Él contrario asintió. — ahora tengo una pregunta, pero esta es mía.
— Que sea la ultima. — advirtió, mientras se cruzaba de brazos.
Suspiro, eso lo había estado pensando todos estos días, bajo su mirada, — ¿por qué no salvaste a mamá y a mi versión de bebé? Dijiste que no te importaban, pero... — él pelinegro lo interrumpió.
— Digo muchas cosas cuando estoy molesto, — le dio una mirada seria. — estaba enojado con tu madre, no debía estar allí, además vi cuando los salvaste, estabas más cerca que yo.
Se sorprendió ante su sinceridad, — ¿mamá lo... — nuevamente fue interrumpido.
— por supuesto, ahora deja de preguntar y vamos a entrenar, que a eso vinimos, mocoso. — ordeno, al segundo que se levantaba para así dirigirse hacia el centro de la habitación, donde era más pesada la gravedad.
Trunks estaba confundido, claro que si, su padre quien era tan frio y grosero delante de todos, le explico todo, tan tranquilo. Fue ahí cuando recordo la voz de su madre, diciéndole que él no era malo después de todo...
