Caos

142 15 9
                                    

- ¡Vamos Archer! ¡Nos lo vamos a perder!

Un joven de cabellera plateada corría agitado, tratando de alcanzar a la etérea figura delante de él.

- ¡Espera! ¡Ve más lento! - Su pecho subía y bajaba con fuerza, casi al mismo ritmo de su corazón.

La muchacha se acercó y agarró su mano.

- ¡Vamos! ¡Vamos! - A pesar de sobrepasarle en edad, Archer se preguntaba como podía comportarse como una pequeña niña.

Era tan tierno que creía que sus sentimientos se desbordarían hasta ser evidentes. Y ella se enteraría de su secreto.

- Está bien. ¡Continuemos! - Apretó la marcha, influenciado por la emoción en ella.

Llegaron hasta una colina gigante, tan empinada que creías desaparecer en el vacío si te asomabas ligeramente en el borde.

- Pronto comenzará.

Terminado el susurro, miles de luces despegaron desde el precipicio lúgubre. Los árboles que les rodeaban se llenaron de destellos dorados, dándole vida al ambiente.

- Las almas perdidas. Ya están acá.

Archer se quedó impresionado por la belleza del momento. Miles de peces hacían un recorrido hacia el cielo, volando cual aves, hasta ocupar el lugar de las estrellas.

- La leyenda de los Acres relata cómo los espíritus que ascienden al descanso eterno, más tarde de lo común, adoptan la forma de pequeños peces. - La voz de la chica empezó a narrar suavemente. - Aquellas almas que se aferran al amor, la lujuria, el odio, el deseo... algún sentimiento que les impida despegarse de su vida terrenal, se les denomina Almas Perdidas. Debido a que viven con tanta fuerza; sienten tan profundo que se llegan a perder en esa sensación, de ahí su nombre. No obstante, otros las consideran entidades malditas.

- Ellas ahora... ¿Al fin descansarán? - Archer preguntó.

- Nada es perenne en esta vida. Con el desgaste de los siglos, incluso ellas olvidan por qué existieron en primer lugar. Sin embargo, a pesar de ser considerada un error y una paria, deseo vivir intensamente hasta llegar a ser como ellas. Perderme en el universo de otra persona.

- Entonces... permíteme vivir así contigo. - Sus palabras sonaron con una seguridad que no sentía.

Archer no le podía imponer nada a ella. Nunca.

Ella se sobresaltó, y los latidos de su corazón sonaron arrítmicos. Sus ojos rojos brillaron más que nunca para Archer.

- Claro. Mi Archer, no hay otra persona con la que desearía estar.

Un estado de plenitud le llenó. Si Archer moría esa noche, sería de felicidad. Tomó la mano de ella y le besó la palma.

- ¿Qué haces? Me provoca cosquillas. - Dijo riéndose.

- Es una tradición de mi raza. Un signo de confianza y devoción. Bebemos de la palma de aquella persona a la que dedicamos la vida, compartimos su futuro. Tus penas son mías. Y tus alegrías las celebraré.

Ella se quedó muy quieta, temiendo romper la magia del momento. Los labios de Archer tocaban con delicadeza su piel, haciéndole erizar.

Al terminar, Archer se asombró cuando su mano fue agarrada con calidez y el tacto suave de la boca de ella le recibió.

- Seamos Almas Perdidas, Archer. Con este gesto te demuestro que confiaré en ti hoy y siempre. - Sonrió.

Ella sabía que era cierto que se encontrarían en el más allá, sólo que su papel sería ser el pez que ayudará a su amado - Archer - a encontrar la paz eterna.

My Servant Of Pleasures (Archer X Rin)Where stories live. Discover now