- Mira James, podemos escucharle pero no aceptes nada a ojos cerrados, tenemos que discutirlo solo entre nosotros, nadie más se puede meter, ¿entendiste?

- Mira Lily...

James no pudo terminar de hablar porque justo el flú sonó anunciando a un visitante, en menos de un minuto apareció el viejo director con aspecto magnánimo y benevolente, a ojos de James al menos. Lily había abierto los ojos mucho antes, cuando el director le "sugirió" terminar su amistad con Severus en su quinto año, le había hecho caso cuando sucedió el incidente del patio y se arrepintió casi de inmediato.

Ahora ese hombre quería meterse con sus hijos y ella no lo iba a dejar.

- Buenas noches mis niños, ¿cómo están los bebés de la casa?

- Buenas noches director, Xavier está bien, disfrutando de su escoba nueva... Ah! Ahí viene, Xavi saluda al director

- Dum!

- Xavier! ¡Es Dumbledore!

- Está bien mi muchacho, tu hijo puede llamarme como quiera.

- Buenas noches director, ¿nos acompaña a cenar?

- Por supuesto Lily querida, adoro tu cocina tanto como la del colegio.

Lily puso a Harry en su silla alta de origen muggle y fué a recoger a Xavier para ponerlo en su propia silla.

James se encargaba de poner la mesa y servir los platos, con magia por supuesto, James no hacía nada a la manera muggle a diferencia de su esposa.

Una vez estuvo todo listo y los bebés tenían papilla en sus pequeños platos, comenzaron a comer su propia comida, estofado de res y espárragos.

Habiendo terminado de comer, Lily se encargó de levantar los platos y lavarlos, con magia esta vez para no perderse nada de la conversación de los dos hombres.

Dumbledore estaba muy serio y parecía querer decir algo importante cuando dijo:

- James, creo que es importante que comprometas a Xavier con la menor de los Weasley

- Si crees que es lo mejor para mi hijo...

- ¡Espera James!, ¡no puedes decidir eso de buenas a primeras!, ¿se puede saber por qué crees eso, director?

Albus Dumbledore hizo un pequeño gesto de molestia, casi imperceptible, pero Lily lo notó, no por nada era la mejor amiga de Severus Snape, sabía ver los gestos de la gente, por más pequeños que sean, decidió dejar pasar el gesto para analizarlo más adelante y siguió mirando fijamente al anciano.

- Xavier es el heredero de los Potter, como tal debe casarse con una bruja ligera cuando cumpla la edad, ¿qué mejor que la única hija de los Weasley? Ella será una bruja poderosa y ligera y su apellido siempre ha estado en el lado de la luz, que en estos tiempos, sobre todo, es lo más importante.

- Aún si estás en lo correcto, Xavier aún es demasiado joven para pensar en casarse, ni siquiera pueden estar seguros que se vayan a enamorar, mucho menos amar cuando crezcan.

- Eso no es importante amor, como sangre pura uno puede hacer contratos de matrimonio desde el nacimiento del heredero.

- ¿Y obligarlos a casarse aunque se odien? ¡No puedo creer que estés de acuerdo con esto James, tus propios padres no te comprometieron con nadie para que pudieras experimentar en tu juventud y enamorarte de verdad!

- Bueno, en eso tienes razón... ¡ya sé! porque no hacemos un contrato de matrimonio, espera Lily déjame terminar la idea..., y ponemos como cláusula que se pueden separar si desean al cumplir la mayoría de edad, así si no quieren simplemente tendrán que romper el contrato de matrimonio y no estarán obligados.

- Entonces no es necesario el contrato...

- Es necesario para que Xavier sepa sobre la posibilidad de casarse con quien nosotros decidamos y además le da seguridad y estabilidad en el mundo sangre pura y lo más importante, al ser la destinataria del contrato Ginevra Weasley puede recibir ayuda financiera de parte nuestra y sabes muy bien que los Weasley necesitan ayuda en ese aspecto, a todo esto, ¿ya les informaste a ellos director?

- Por supuesto mi muchacho, y están de acuerdo, ellos también quieren asegurar el futuro de su hija. Entonces en eso quedamos.

Pero lo que realmente pensaba el anciano director era que, apenas Llily estuviera fuera del camino, debía cambiar el contrato de matrimonio para que sea obligatorio y según los términos que él elija, su hija debía casarse cuanto antes con el heredero de los Potter y recibir todo el oro y bienes de esa familia, para así, cuando el crío muriera peleando con Voldemort, él tuviera acceso a todo eso.

El dinero de los Potter era impresionante pero lo más valioso era la capa de invisibilidad y los libros y grimorios, él debía tener acceso a todo eso, ya tenía la varita de sauco, la capa la tenía en su poder actualmente porque James se la prestó, aún no era suya pero si todo iba bien pronto sería suya, sólo le faltaba la piedra de la resurrección y sería el amo de la muerte, sería más poderoso e inmortal, si las leyendas eran ciertas y él creía firmemente en eso.

- Aún así no estoy del todo de acuerdo... pero es verdad, los Weasley necesitan ayuda y conociéndolos no van a querer aceptar nada sin un motivo...Bien, podemos hacer el contrato, pero quiero leerlo antes de que lo firmes, James.

- Todo conforme querida, aquí tengo el documento, los Weasley ya lo firmaron y como ustedes son la familia de mayor renombre y estatus pueden modificarlo y agregar las cláusulas que quieran.

Por suerte para Dumbledore, él había hecho firmar dos documentos al matrimonio pelirrojo, el contrato que él quería y uno estándar por si acaso.

Lily leyó el documento, le hizo algunos hechizos de revelado y al no encontrar nada raro se lo pasó a su esposo, James no lo leyó pero agregó la cláusula de disolución y ruptura del contrato si alguno de los implicados lo deseaba, antes de que James lo firmara, Lily tomó el documento y lo volvió a leer, una vez satisfecha se lo entregó de vuelta, ella no necesitaba firmar ya que su hijo al ser heredero y eliminar de su nombre el apellido materno, sólo dependía del padre, aún así firmó también y se lo pasó al director.

Dumbledore sonrió, de manera algo tensa, según pudo ver la única mujer de la casa, y ofició como testigo, una vez todo estuvo en orden y se dijo el ritual necesario para ese tipo de contratos, el pergamino brilló de rojo y desapareció directamente a Gringotts.

El anciano se despidió de la familia, le desordenó el cabello a Xavier, quien ahora tenía papilla hasta en las orejas, y le sonrió a Harry.

Antes de irse por la red flú dijo:

- Mis muchachos, pronto tendremos que hablar sobre la profecía y lo que implica, estaré atento a otra invitación a cenar, muchas gracias por recibirme, nos vemos pronto.

Y se fué, James volvió a jugar con su hijo mayor, ignorando el ceño fruncido de su mujer. Lily suspiró, dejó a Harry con sus libros, esta vez el rojo de dragones, y ella regresó a su propio libro, la cena no había sido lo que esperaba pero al menos ahora podía ayudar a sus amigos sin que se sintieran mal, y sonrió, ella también quería una hija.

Lily sabía que aún tenía que encontrar la manera de advertir a Bella, y ahora además, tenía que contarle a Severus sobre el contrato matrimonial y los gestos de Dumbledore, sumandole la preocupación por saber qué dirá el anciano sobre la profecía, pero se distrajo y pudo relajarse viendo a sus bebés reír cada uno en lo suyo.

Un simple errorWhere stories live. Discover now