Hogar, dulce hogar

49.2K 4K 452
                                    

La noche transcurrió tranquila para el pequeño Liu, que aprovechó que Alex necesitaba estar a solas, pues solo merodeó por la casa un rato antes de prepararse algo para comer e irse a duchar un rato después. Tras unas horas sin ver a Alex decidió subir a la habitación para irse a dormir y cuando abrió la puerta no lo encontró ahí.

-¿Me buscabas?- preguntó una voz a su espalda. A Liu se erizó la piel y se giró de inmediato.

+Humm... Yo quería irme a dormir... el Lunes he de ir a clases y necesito descansar ¿p-puedo?- preguntó Liu al ver que Alex se situaba delante de la puerta sin dejarlo pasar.

-Solo si haces una cosa- dijo inclinándose para mirarlo a los ojos, esos ojos castaños que tanto lo hacían querer perder el control hasta que se llenasen de lágrimas.

+ ¿El qué?- preguntó Liu sospechando algo por la sonrisa ladeada que se dibujaba en el rostro bello y varonil de Alex.

-Solo tienes que cerrar los ojos- dijo Alex pedante mientras miraba al chiquillo tomar la decisión y cerrar con gran fuerza sus ojos, tapándolos con los finos párpados. Liu se tensó, mordiéndose el labio y apretando los puños espero a que sucediese algo y la espera se le hizo eterna.

A Alex se le hizo la boca agua de contemplar la expresión preocupada del menor y casi suelta una exclamación por ello. Se acercó lentamente a sus labios, respirando sobre ellos para que el humano notase su aliento mentolado y intuyese lo que iba a hacer.

Sacó su lengua y con ella humedeció los labios de Liu, adentrándose poco a poco en la boca hasta que el menor  sintió un escalofrío, entonces Alex retiró su lengua y puso una mano en la nuca del chico y otra en su cintura para atraerlo hasta él. Besó sus labios con cuidados dos veces y, a la tercera, los saboreó extensamente antes de meter su lengua oyendo un gemido de Liu, que se agarró con su mano derecha al brazo que sostenía su cintura para sentirse algo seguro. Liu abrió la boca dejando paso a la lengua de Alex que parecía conocer toda la húmeda cavidad, Liu trató de mover su lengua pero el ritmo de vampiro era demasiado brusco y además el pobre se estaba quedando sin aire. Liu abrió los ojos cuando finalmente Alex se separó de él.

-Puedes ir a dormir si quieres- dijo Alex antes de inclinarse para darle un beso en el pelo y apartarse de la puerta para dejarlo pasar.

+ eh... Alex b-besas muy bien cuando eres s-suave... no sé, gracias por no ser tan brusco esta vez- dijo el humano, rojo de vergüenza, una vez de espaldas para no mirar la sonrisa satírica que sabía que se dibujaba en el rostro de Alex en ese preciso instante. Era cierto que Alex era todo un maestro y, por mucho miedo que tuviese Liu, había que admitir que si se comportaba gentilmente sus caricias y besos eran agradables aunque asustaran al pequeño.

- Besar no es lo único que hago bien- susurró cerrando la puerta de la habitación y dejando a Liu totalmente solo en ella '' wow como me ha costado decirle eso... bueno espero que no lo tome como una invitación a besarme más seguido ¿A dónde habrá ido Alex? ¿Estará cazando? ¡Joder! No me lo quiero imaginar matando a alguien y haciéndole... esas cosas, yo... no, bastante miedo tengo como para imaginarme eso, mejor voy a dormir, mañana vuelvo a casa ¡qué bien!'' pensó Liu saltando a la cama como un niño ilusionado.

Se tapó completamente con las sabanas y cerró los ojos lentamente sintiéndose tranquilo de estar solo en la habitación y poco a poco quedó sumido en un sueño profundo como los que nunca había tenido antes de conocer a Alex.

-Y va el puto y me deja plantado, lo busqué un buen rato y ni percibí su olor, esta noche se va a enterar- Decía Aidan mientras conversaba con Alex la noche del domingo, día que Liu volvería a casa, mientras este aún dormía en la cama, tapado y acurrucado contra la blanda almohada.

Oscura perdición (Versión antigua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora